CRÍTICA “¿A QUIÉN TE LLEVARÍAS A UNA ISLA DESIERTA?”: SIEMPRE NOS QUEDARÁ EL TEATRO

Hace muchos años, demasiados -me estoy haciendo viejo-, vi en la Sala Off del Teatro Lara una pequeña obra de teatro titulada “¿A quién te llevarías a una isla desierta?“, escrita, junto a Paco Anaya, y dirigida por Jota Linares, un joven que luchaba por hacerse hueco en nuestra pequeña industria. Curiosamente, después de mucho luchar Jota rodó sus dos primeras películas en tan solo un periodo de 12 meses, por un lado, “Animales sin collar”, con Daniel Grao y Natalia de Molina, y, por otro, la adaptación de su propia obra de teatro, otra vez con producción de Beatriz Bodegas (La Canica Films), pero directamente para Netflix.

Debo confesar que esa pequeña obra de teatro me cautivó, su historia me llenó y sus personajes me parecieron creíbles provocando que tuviera que disimular que se me caía más de una lagrimita por mi mejilla. Sin embargo, “¿A quién te llevarías a una isla desierta”?, la película, no ha logrado esto. Estamos ante un largometraje de actores e historia y, mientras los primeros cumplen, algunos mejor que otros, la segunda no termina de funcionar del todo. Además, en ningún momento me parece verosímil que los hechos que se echan en cara estos tres amigos, que llevan compartiendo piso ocho años, se deba al efecto de las drogas y el alcohol. En ningún momento me creo que los actores estén bebidos y drogados. Los diálogos y la intimidad de la obra de teatro que me hicieron sentir cosas, en su adaptación a la pantalla no funcionan del mismo modo. Este relato generacional, del paso a la madurez, con historias de amor incluidas, acaba convirtiéndose en una historia que no llega del todo y que hemos visto mil veces ya en el cine. Sin embargo, y, a pesar de todo, he visto más la visión del séptimo arte que lleva dentro Jota Linares que en su fallida ópera prima. Espero que con su tercer largometraje nos regale esa gran película que todos esperamos.

Nota El Blog de Cine Español: 5.