No es necesario que todas las películas sean profundas con toque intelectual. No, también queremos ir al cine a pasarlo bien, a desconectar y reírnos como si no hubiera problemas en nuestra vida. Sin embargo, la nueva propuesta de Nacho G. Velilla, a pesar de que entretiene, se queda a medio gas en cuanto a risas se refiere.
“Villaviciosa de al lado” plantea una historia divertida y que no aburrirá a nadie. Sí, es cierto que su tono algo trasnochado o incluso llegando a catalogarlo de cutre es lo menos atractivo de esta cinta; por momentos no sabemos si estamos ante un cómic o ante pereza a la hora de rodar con cierta clase. Porque, querido público, no nos engañemos, se pueden hacer películas que hagan reír al espectador y que tengan una elegancia visual. Aún así esta comedia funciona y no cae en un despropósito. También hay que destacar sus guiños a la actualidad, lo que agiliza y a la vez enriquece una trama que por sí sola podría quedar algo pobre.
Uno de los elementos más atractivos de “Villaviciosa de al lado” es su reparto. Velilla cuenta con Leo Harlem y Arturo Valls, más bien conocidos como humoristas o presentadores de televisión pero no como actores. A pesar de ello, cumplen con su papel e incluso se agradece su elección para este tipo de película. Leo Harlem nos regala momentos cómicos y se come la pantalla por momentos. Lo mismo ocurrió con Dani Rovira en sus “Ocho apellidos vascos”, dividiendo a la crítica por el hecho de no ser actor en sentido estricto. El resto del reparto es magnífico: Belén Cuesta, una ya imprescindible que hipnotiza al espectador y que tiene ese no sé qué inexplicablemente la hace única; Yolanda Ramos, un “must” en toda regla para comedias disparatadas como ésta; una fabulosa Carmen Machi que ahí donde actúa triunfa (solo hay que echar un vistazo a sus últimas películas como “La puerta abierta” o “Rumbos” en las que expresión “actriz maravillosa” se queda corta); o el genial Carlos Santos, la encarnación en esta película de una especie de Pablo Iglesias (la coleta no podía faltar). Entre el casting, Velilla cuela (y no sé por qué) a Corina Randazzo. Sí, sí, leen bien, la chica del reality “Un príncipe para Corina” cuya actuación resulta cargante y muy prescindible.
En “Villaviciosa de al lado” lo mejor resulta ser el tema escogido y cómo se plantea en sus primeros minutos de metraje por el director, como ocurre en la mayoría de sus trabajos. Y lo peor, lo comentado más arriba, su estética y su “fealdad” a la hora de ejecutar la idea original y apetecible con diálogos pobres que no consiguen elevar la película a una buena comedia. Una pena porque materia prima sí que había.
Nota El Blog de Cine Español: 5
Gabriela Rubio
