CRÍTICA DE LA PELÍCULA “DVA” (DOS): DEMOSTRACIÓN DE QUE EN ESPAÑA SE PUEDE HACER CINE INDEPENDIENTE E INTERESANTE CON SOLO 1.800 €

“Dva” (en checo suena devá y en castellano significa Dos), es una película humilde, de escaso presupuesto, pero que sorprende por su tratamiento de la sexualidad y la amistad, de una forma sencilla y honesta.

Rodada en Ontinyent, Barcelona y Praga, casi artesanalmente y con un equipo técnico muy reducido (un cámara, que es el propio director, un responsable de sonido y un ayudante de producción).

Manuel Mira debuta en la dirección, con un guión propio y hace tareas, casi, de hombre orquesta, llevando la cámara, la producción y la post producción.

“Dva” es la demostración de que querer es poder, con muchas ganas y poco dinero se puede hacer cine en España, cine independiente e interesante.

En el apartado artístico veremos a una veintena de actrices y actores, entre los que destacan Montse Susín (tiene el personaje más complejo), Alba Yañez y Paco Trenzano.

Montse Susín consigue una composición excelente en la que se integran totalmente actriz y personaje, fundiéndose realidad y ficción.

Todo parece natural en la película, sin artificio.

Plantea la imposibilidad de disfrutar del sexo por dos  motivos diferentes: el físico y el psíquico. Muestra además que el componente psíquico es el que es más difícil de curar. “Dva” nos muestra las consecuencias de un accidente físico fortuito y plantea la necesidad de que nuestra autoestima salga a flote en una sociedad cada vez más deshumanizada y con mayores problemas de comunicación.

Los diálogos suenan cotidianos y nada forzados.

Por cuestiones de presupuesto es un film imperfecto, pero muestra detalles de su creador, Manuel Mira, muy interesantes y que aportan una mirada diferente.

La música de José Luis Martínez es muy contenida, aporta textura a las imágenes. Es un score que bascula entre lo lírico y lo melódico.

La historia que protagoniza Montse Susín se desarrolla inicialmente en Barcelona, mientras que la del personaje de Paco Trenzano nos lleva a Ontinyent, será en Praga, la ciudad de Milan Kundera, donde se conocerán por casualidad, los dos quieren dejar atrás sus lugares de residencia, aunque sea solo por unos días, y ambos ven un reportaje en televisión de esa ciudad, por separado, que les impulsa a elegir ese ciudad.

La película se ha podido rodar gracias a que todo el mundo ha participado sin cobrar, con la idea de que con su exhibición se puedan repartir beneficios. Ni que decir tiene que “Dva” se ha rodado sin solicitar ningún tipo de ayuda o subvención oficial.

Puntuación de El Blog del Cine Español: 6

                      José López Pérez