¿MERECÍA ELTRIUNFO EN LOS GOYAS “VIVIR ES FÁCIL CON LOS OJOS CERRADOS”? (REFLEXIONES POST GOYAS)

El -tan cacareado- “nuevo cine” protagonista indiscutible del 2013 finalmente ha sucumbido ante la película más académica y convencional; con diferencia la peor -junto a “15 años y un día”– de las 5 nominadas, y de tantas otras que no compitieron por el gran premio.

Una película correcta, amable, con un idealismo en ocasiones grimoso y en cualquier caso insuficiente.

Por tanto, el balance de los dos grandes festivales del cine español no pueden ser más desalentadores (Málaga ya premió a la insultantemente mediocre “15 años y un día”).

Si algo ha demostrado esta edición de los Premios Goyas es que por muy buenas intenciones y bonitas palabras, la Academia tira al monte. La Industria es y será un reducto endogámico; el amiguismo impera y existe un auténtico pavor a la hora de dar paso a los nuevos nombres.

Se respiraba en el ambiente previo una especie de justicia poética. Desde hacía días se venía hablando de Javier Cámara y David Trueba como “eternos perdedores”. Horas antes de la gala, leí a alguien del cine algo así como que Javier Cámara merecía el premio por ser un grandísimo actor, tantas veces nominado, y por ser una excelente persona… Eso define a la perfección el mal de esta Academia. Efectivamente es un pedazo de actor, pero la suya era la peor actuación de las 4, a años luz de Eduard Fernández o Antonio de la Torre.

¿Crees que la Academia ha pecado de convencional premiando a “Vivir es fácil con los ojos cerrados”?.