CRÍTICA “LAS LEYES DE LA TERMODINÁMICA”. ERROR EN LA FÓRMULA #21FESTIVALMALAGA


Las leyes de la termodinámica fue la encargada de inaugurar ayer viernes la 21 edición del Festival de Cine en Español de Málaga.

Mateo Gil dirige y firma el guión de esta comedia romántica que, en un formato que evoca al género documental, nos plantea cómo la física determina las relaciones sentimentales y hasta qué punto todo está predeterminado científicamente.

Para ello, Gil confecciona un creativo y laborioso montaje en el que juega con los tiempos, las elipsis y los cambios de ángulo de los personajes para ofrecer al espectador distintas visiones de lo que sucede y de su responsabilidad en cada uno de los acontecimientos.

El excesivo -e irritante- uso del lenguaje científico, insertando opiniones de expertos reales de la materia (curiosamente todos extranjeros), así como de la voz en off contribuye a acentuar el tedio ante lo que termina por convertirse en una singular tesis sobre la materia.

La asepsia que caracteriza el cine de Gil en los últimos tiempos condiciona a un relato que pide a gritos un chute de la entropía y caos que evoca el film. Pese a algún acierto en su disección sobre los comportamientos de pareja, no cuaja como rom-com ligera (imposible resultar ligera ante la retahíla física), lastrada por una de las parejas protagonista con menos química que se recuerda.

Chino Darín progresa adecuadamente -nada que ver con el Darín que descubrimos en La reina de España- exprimiendo un papel más secundario. En general son los secundarios, especialmente Irene Escolar y Vicky Luengo, los que dan la talla, acentuando otro de los escollos del film: el escaso carisma de su protagonista. Increíble ver en un papel figurante a un actor que lo hubiese bordado como Miki Esparbé.

En definitiva, Termodinámica fracasa como alternativa a cierto tipo de comedia nacional que triunfa en carteleras y tampoco complacerá a quienes disfrutaron de La tribu o Sin rodeos, siendo su pronóstico de taquilla poco optimista.

Puntuación: 3