PREMIOS GOYA 2018 MEJOR DIRECTOR. ANALIZAMOS A CADA NOMINADO EN UNA DE LAS CATEGORÍAS MÁS APRETADAS ESTE AÑO

Se de una de las categoría más apretadas e inciertas de esta edición de los Goya. La carrera de premios precursores posicionan a Coixet con una leve ventaja para hacerse con la estatuilla. Pero Martín Cuenca suena también con fuerza, sin que tampoco podamos considerar descartables ninguna de las dos opciones restantes.

Mejor dirección

A favor: El exotismo de ser la primera vez que una pareja de directores es nominada en esta categoría. Sacan petróleo de los medios con los que cuentan, demostrando un exquisito gusto visual y logrando una factura técnica excelente con un presupuesto ridículo comparado con el de las grandes producciones que suele apadrinar Telecinco Cinema. Sus bellísimos planos, así como el cuidado análisis de la psicología de sus personajes, bien les harían merecedores del Goya.

En contra: La película está plagada de imágenes oníricas (la secuencia en la nieve, el encuentro de gigantes, los espectáculos circenses…) y puede que su poético trabajo no sea entendido por la Academia. Trabajos comparables como el de Paula Ortiz en “La novia” fueron ignorados.

A favor: No sólo ofrece su trabajo mejor valorado desde “La vida secreta de las palabras”: también se atreve a romper con los tópicos hacia su cine de “corta venas” con una historia amable, y con un final que supone todo un canto a la esperanza. Coixet demuestra su delicadeza con una preciosa escena en la playa, alcanzado gran intensidad sólo con miradas y sentidos silencios. También innova con nuevos recursos, con discursos directos a la cámara por parte de sus personajes, y un cruce de cartas planteado muy al estilo Wes Anderson. La gala llega en un momento álgido de popularidad para ella, tras haber adquirido en los últimos meses un inesperado protagonismo por su pronunciamiento en el proceso catalán. Con su forma de hablar sin tapujos ha conseguido el reconocimiento de una parte de la sociedad poco proclive habitualmente a valorar a las personalidades de nuestro cine.

En contra: Precisamente el hecho de que no apueste por la lágrima fácil también puede descolocar a seguidores de la directora que echen en falta en la cinta una escena en la que llorar a mares. Entre sus puntos débiles se encuentra la apuesta por una voz en off a todas luces excesiva. También sorprende en una narradora tan experimentada el retrato tan superfluo del personaje de Patricia Clarkson, con unas motivaciones tan poco fundamentadas.

A favor: Tras películas tan secas y escasas en diálogos como “La mitad de Óscar” o “Caníbal”, demuestra que también sabe jugar con las palabras y utilizar ingeniosos diálogos para dar frescura a la acción. Cuenta con el mérito de la creación de un microsistema con vida propia a través de una galería de personajes que habitan un mismo edificio, sobre los que se asoma a sus miserias. La grabación de las conversaciones a los vecinos, mostradas a través de la proyección de sus sombras en el patio, concede un aire enigmático que es todo un acierto. Él es el verdadero autor.

En contra: Suya también fue la atrevida decisión de encargar a José Luis Perales la banda sonora del film, que debilita la naturaleza de la película. Tal vez tenga más opciones de ser reconocido como guionista, por ese libreto punzante repleto de giros perversos. Eso siempre que la Academia no se la vuelva a liar como en 2013, cuando teniendo todo a favor para estrenarse en los Goya, su gran trabajo de “Caníbal” fue derrotado por el guión de una serie televisiva recortada para su estreno en cines.

A favor: A principios de siglo, el cine español se adentró en un género poco explorado como era el terror, ofreciendo productos muy potentes y logrando una imagen de marca de terror español muy apreciada en festivales especializados. Esa moda ha ido perdiendo peso a lo largo de esta década en favor del thriller, pero Paco Plaza ha sido fiel a sí mismo, perfeccionando el estilo al que ha dedicado toda su carrera y atreviéndose a mezclarlo con algo tan delicado como la religión. Su elegante puesta en escena, su capacidad de generar una atmósfera cutre e inquietante, y el esmero al cuidar los aspectos sonoros y decorados, son buena muestra del detallismo del trabajo de dirección.

En contra: Pese a todo, “Verónica” no deja de ser un film de terror bastante convencional, con escenas de sueños y algunos personajes como el de la Hermana Muerte, que hemos visto mil veces en el género.

REPASA NUESTRO ANÁLISIS DEL RESTO DE CANDIDATURAS AQUÍ

JAVIER CASTAÑEDA