CRÍTICA “VENTAJAS DE VIAJAR EN TREN”: LAS MUÑECAS RUSAS

La necesidad del ser humano por divagar y crear historias que expliquen un refugio para la psique es uno de los temas imprescindibles para la mayoría de los autores que han reflexionado sobre la ficción. Teorizar sobre ello ha dado lugar grandes obras a lo largo de la historia de la literatura y el cine. Ventajas de viajar en tren va tres pasos por delante, atropellando cualquier atisbo de comodidad previsible y tirándose a las vías cual suicida desesperado a riesgo de conformarse con lo común.

No hay porque preocuparse, el reputado guionista de la película (Javier Gullón), tiene todo bajo control bajo sus mandos y la coherencia está a prueba de accidente en este ejercicio de muñecas rusas encajadas unas sobre otras. Y aunque las piezas posean formas distintas y tonos dispares terminan superponiéndose para formar un conglomerado narrativo compacto con la ayuda de un espléndido montaje ayudado por los colores de la fotografía de Javier Agirre.

Aritz Moreno, debuta con esta película imposible, incómoda, delirante, disparatada y de la cual podría decirse que hasta indigesta, pero también única. Hay que aplaudir su impronta a la hora de manifestar su propia voz e irrumpir en el panorama cinematográfico español como una ráfaga de viento, impulsada por la velocidad del tren por el que camina una ambición estilística muy marcada. Las influencias visuales del Jean Pierre Jeunet de Delicatessen, o de los inicios de Álex de la Iglesia con Acción mutante o El día de la bestia están ahí pero se denota una personalidad fuerte dentro de nuestro cine al que habrá que seguirle la pista para ver donde nos lleva en su próxima parada.

Para llevar a la pantalla la adaptación de la novela de Antonio Orejudo, ha reunido un casting de actores excepcional donde todos tienen su momento de brillo. Un reparto coral liderado por una Pilar Castro valiente y perfecta, que hace posible lo imposible con una facilidad pasmosa y sin salirse del tiesto. Una de las mejores actrices de nuestro país al servicio de un personaje que la consagra de manera memorable, Helga Pato. A su lado cabe destacar a Ernesto Alterio, el otro gran protagonista de la historia y a Quim Gutiérrez, con el personaje más perturbador de una cinta que de por sí desconcierta al espectador. Quizá no sea apta para cualquier público, pero quien entre en la historia viajará sin frenos hacia una enajenación clarividente y audaz.

Esta alegoría descarrilada llena de metáforas y reflexiones abullonadas nos deja escenas que ya forman parte de lo más impactante del año y sobre todo un rastro pestilente que ansiamos seguir instintivamente, ya que Aritz Moreno ha marcado territorio como cineasta y ya estamos deseando ver con que nos va seguir sorprendiendo.

No hay mayor libertad que la locura despreocupada del entendimiento.

Nota El Blog de Cine Español: 8.

Chema López