CRÍTICA DE LA PELÍCULA “LA MULA”: EL MEJOR TRABAJO HASTA LA FECHA DE MARIO CASAS

Cuando acudí al pase de prensa de la película “La mula” en el pasado Festival de Málaga Cine Español, me esperaba poco de ella por lo visto en su tráiler y por sus problemas jurídicos y de rodaje, ya explicados por aquí repetidas veces. Es más, ha sido la primera película anónima que ha participado en dicho festival.

Sin embargo, poco a poco fui sucumbiendo ante esta historia de un joven analfabeto (Mario Casas) que, tras los años que dura la Guerra Civil (1936-1939), en el film sólo se reflejan los últimos meses de la contienda, aprenderá a conocer un poco más a las mujeres y el significado de la palabra libertad.

Esta historia basada en la novela homónima del escritor Juan Eslava Galán, que llevó al papel las vivencias de su propio padre durante la Guerra Civil, nos presenta el mejor trabajo hasta la fecha del, ¿odiado?, Mario Casas: muy convincente en su papel de joven (jienense) con nulos estudios, sencillo, humilde pero muy trabajador y despierto, tanto que se encontrará una mula en medio de una batalla y junto a su buen amigo, interpretado por Secun de la Rosa (que también cumple perfectamente con su personaje que tiene los mejores gags de la historia), planeará cuidarla hasta que acabe la guerra para quedarse con ella para que les ayuda en las tareas del campo.

Por otro lado, si Mario Casas lo borda, María Valverde no es creíble con ese acento andaluz que casi borda la parodia.

En “La mula” no hay bandos buenos ni malos, sólo refleja la triste realidad de cómo la mayoría, sobre todo los más bajos estamentos de la sociedad, acabó en un bando u otro en la Guerra Civil española dependiendo de donde les cogió cuando comenzó la guerra.

Nota El Blog de Cine Español: 7.