7 RAZONES POR LAS QUE “ANE”, DE DAVID PÉREZ SAÑUDO, PODRÍA GANAR EL GOYA A MEJOR PELÍCULA

Seguramente en la Vitoria de 2009 los problemas que más ejemplarizaban el comportamiento de una sociedad, especialmente en la juventud, importaran poco o nada para un pensamiento global. En estos casos es cuando algunos creadores actúan de manera solemne y oportuna arrogando luz sobre ciertos micromundos en los que si se mira desdesegún qué perspectiva podemos averiguar el índole de todo lo que sucede alrededor. Este es el caso de David P. Sañudo y Marina Parés, con solvencia demostrada en el mundo del cortometraje nos presentan Ane. Un film único, reivindicador y efectista sobre uno de los grandes problemas de nuestra sociedad.

Estas son las siete razones por las que Ane podría hacerse con el Goya a Mejor Película:

1. Escenificación de un problema global: La falta de comunicación es el generador de conflictos que mueve a Ane. Proponer una paleta de personajes que poco a poco los reconocemos como perfectos desconocidos y que acaben inevitablemente destinados a estar unidos para conseguir un propósito único, es uno de los mayores aciertos de esta obra. La soledad y la falta bagaje emocional de sus protagonistas son el eje principal de toda esta historia.

2. Mezclar lo social y lo familiar: Esa fina línea que perdura durante todo el relato que a veces se muestra invisible y otras tan obtusa. ¿Son las acciones de Ane políticas o personales? Solo en la mirada de ambas, madre e hija, se encuentra esa respuesta.

3. Ane, el personaje fantasma: Una maestría de guión. Una funcionalidad precisa. Así es la decisión de David P. Sañudo y Marina Parés. Todo logro requiere un riesgo pero y aquí el buen pulso narrativo de sus autores acierta elevando el relato de Ane a otro nivel. Crear un personaje en principio invisible y misterioso, que despierta el anhelo del los demás cuando se percibe su ausencia para acto seguido mostrarlo en mitad de la historia formando parte ya como un ser presente de manera activa en el relato lo convierten en otra decisión acertada.

4. La fuerza visual: El barrio, el lugar donde reside la monotonía de los personajes. La capacidad de mostrarnos lugares mutables a la par que el relato. El seguimiento de Lide a Ane, como si de un film policiaco se tratara, añade una belleza visual a la historia única sin subrayados innecesarios ni dobles mensajes.

5. El doble punto de vista: David Pérez Sañudo decide filmar la historia de una madre en busca de su hija desde dos puntos de vista distintos. Hecho que no solo favorece al ritmo del film sino que ayuda a mostrar las carencias y virtudes de ambos personajes al público. Dos seres procedentes del mismo lugar aunque partidos por una brecha ideológica y social de la que somos testigos gracias a sus diferente acciones en pantalla.

6. Mezcla de lenguas y géneros: Por la manera en que fluyen el euskera y castellano en el transcurso de la obra. Una decisión que dota de naturalidad y personalidad a Ane como también el de sus bifurcados géneros: thriller, cine social y el drama familiar. Todos representados y combinados con honestidad.

7. Ane, es Patricia López Arnaiz: Convincente, realista, una heroína que nos recuerda a todas las madres coraje que anteriormente hemos visto en grandes películas. Su aura seudochonivulnerable del norte, carácter indomable y actitud tenaz ante la idea de vivir la vida como otros se la imponen hacen de esta actriz firme candidata a ganar todo lo que se le presente.

Eduardo Parra
@EduaParra