Pensando en tener una mayor perspectiva de los premios Goya de este año, ayer vi la cuarta película de Alberto Rodríguez como director, la tercera en solitario ya que la primera “El Factor Pilgrim” la co-dirigió Santi Amodeo.
Mi sensación es que se trata de una película fallida, ya que no acaba de funcionar en ninguno de los trayectos que propone, ni como crónica sexual de una noche de desenfreno de cuarentañeros desengañados, ni como trama al estilo “Amores Perros” (de Alejandro González Iñarritu), ni siquiera como reflexión de final de trayecto.
Es una pena ya que el casting es inmejorable, tanto Willy Toledo como Tristán Uloa, realizan un trabajo formidable. La interpretación de Blanca Romero es bastante floja, y hace que la parte en la que ella domina, la narración decaiga. Propone varios temas y no acaba de profundizar en ninguno.
La campaña de publicidad creo que tampoco ayudó a que funcionara en taquilla, ya que se vendió mas como película de sexo –el tráiler, sobretodo, potencia ese aspecto- que, como cine de autor con relato desencantado, o como película con reparto interesante o inquietante.
En definitiva, un pequeño fiasco en la filmografía de Alberto Rodríguez que, por lo menos para mí, era un director emergente después de “El traje (2002)” y sobretodo “7 Vírgenes”.
Crítica por: José López Pérez
