No sé si es porque poco antes de ver esta película en la Seminci me habían notificado el fallecimiento de un conocido, pero debo confesar que “Polvo serán” me ha gustado mucho. Tanto es así que entenderéis el titular de esta crítica.
“Polvo serán” nos cuenta el fin de un viaje, o de dos, uno prácticamente obligado y el del otro por el amor inmenso a la persona moribunda. Una historia que ya nos han contado más de una vez en el cine, y en la literatura; sin embargo aquí brilla por su originalidad musical, o más bien por sus coreografías (compañía de danza barcelonesa La Veronal), que aportan lo que la protagonista no puede, o no sabe, transmitir a sus seres queridos. Una apuesta arriesgada que funciona y transmite al espectador mucho más que las palabras…
“Polvo serán” también funciona, aparte de por el buen trabajo de guion del propio director y de Clara Roquet, por las excelentes interpretaciones de sus dos protagonistas, Ángela Molina y Alfredo Castro, que seguro estarán en las quinielas de muchos en la próxima temporada de premios. Y no nos podemos olvidar de Mónica Almirall que debuta en el cine por la puerta grande (atención a su discurso en la “boda”), a la que le auguramos que a partir de ahora no le faltará el trabajo en el audiovisual de nuestra industria tras muchos años trabajando en teatro.
En definitiva, no os perdáis este último viaje de visionado casi obligatorio en cines porque en la pequeña pantalla sus coreografías y música original, obra de María Arnal, perderán mucha fuerza.
Nota El Blog de Cine Español: 8.
P. D. Disfrutad la vida, nunca sabemos cuándo se acabará.