ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD A SALVADOR SAINZ

Guionista, escritor, actor y muchas ocupaciones más relacionadas con el Séptimo Arte jalonan la trayectoria de Salvador Sainz. Cinéfilo empedernido, ve unas 500 películas al año. En el Cine Español por Dentro vamos a conocer en esta ocasión parcelas muy concretas de nuestro cine y seguiremos también la interesante trayectoria vital de Salvador Sainz.

J.L.P Para comenzar cuéntanos cómo surgió tu pasión por el Cine

Salvador Sainz: Nací en Reus en 1950. A los cuatro años fui por vez primera a un colegio de párvulos, las monjas me preguntaron qué quería ser cuando fuera mayor y contesté que Artista de cine. Se quedaron algo perplejas. Pues cuando fui mayor me hice artista de cine y trabajé en muchas películas. Eso es debido a que siempre cumplo mis promesas, razón por la cual jamás seré elegido jefe de gobierno…Mi cinefilia es temprana, nací con ella y moriré con ella. En la adolescencia realizaba viajes a Barcelona sólo para ver las películas que no llegaban a mi ciudad. Me gustaba el cine cómico silente, Buster Keaton era mi ídolo. El musical americano. Pero en realidad disfruto con películas de todos los géneros, fechas, nacionalidades. Sólo me fijo en su calidad. Recuerdo una vez que fui a ver una película de Buster Keaton, creo que “El cameraman”. En Reus no las pasaban. Fue una aventura. Un camión se cayó a la vía y bloqueó la vía del tren, luego al llegar a Barcelona se estropeó el metro entre estación y estación. Nos tuvieron ahí una hora. Al salir me encontré que la ETA había colocado una bomba lapa en un coche de no sé quién. Pero una cosa era segura: no volví de Barcelona sin haber visto “El cameraman”. Será que porque soy tauro tengo fama de ser más terco que una mula.

J.L.P Entraste en el mundo del cine  escribiendo en revistas y otras publicaciones sobre cine fantástico y de terror ¿cómo surgió tu interés por esa temática?

S: Pues antes de eso ya había hecho teatro independiente, cine amateur y había publicado en la prensa local. En 1974 me ofrecieron colaborar en una revista del género fantástico llamada “Vudú” y lo acepté para introducirme en este mundillo. Publiqué escritos sobre figuras del género, de aquí salté a la prensa internacional del género: “Famous Monsters of Filmland” de Forrest J Ackerman, editada en Hollywood, y su continuación “FJA Monsterland”, “L’Ecran Fantastique”, “Fantastyka” y “Mad Movies”, las tres francesas, y muchas más. Me publicaron dossiers sobre cine fantástico español en lugares inaccesibles para nuestro cine.

Después lo dejé por varios motivos, el encasillamiento me perjudicaba mucho profesionalmente, algunos personajes famosos del género me trataban muy mal y sus seguidores aún peor, además los editores no me pagaban los artículos a pesar de prometérmelo previamente. Así que lo dejé correr.Cada año veo unas 500 películas y curiosamente de terror puede que no vea ninguna. No me llama la atención ni me interesa. Publiqué una novela de vampiros, “Estruch”, porque era una temática inédita y me interesó.El cine fantástico me gusta si se trata de buenas películas, las mediocres y las malas no me interesan y son mayoría.

J.L.P Te has dedicado a muchos campos en el mundo del cine ¿cuál es el que más te gusta?

S: Trabajar en rodajes. La carrera de actor la deseaba mucho y la gente se creía que era un sueño imposible. Padezco de disfasia, un trastorno del lenguaje que algunos utilizan para hacerme daño pero eso no ha sido ningún obstáculo. Al contrario. Me cogían en comedias y aún hacía gracia al público. Me gusta también trabajar de técnico y todo lo relacionado con el cine. Me disgusta en cambio esa costumbre de algunas personalidades de exigirme que les escriba libros para alabarles por sus pésimas películas. Desgraciadamente en el cine español hay gente que mejor sería enviarlos al Sáhara para que no molesten a nadie.

 J.L.P: ¿De qué trabajo en cine estás más orgulloso?

S: Hubo una época que se pusieron de moda las comedias rodadas en Barcelona: “Un submarino en el mantel”, “Un placer indescriptible”, “Don Jaime el conquistador”, “Semos Peligrosos”… Fue a principios de los noventa. Me daban papeles en estas películas y me lo pasé muy bien. Además comprobé que caía bien al público. Después todo se torció porque mis familiares enfermaron y les tuve que cuidar, lo perdí todo, trabajo, amigos, contactos… Sobreviví gracias a internet o a escribir canciones para La Parodia Nacional.

 J.L.P ¿Qué recuerdos tienes de Chicho Ibáñez Serrador?

S: Cuando llegó a España con su padre Narciso Ibáñez Menta, mi actor de género fantástico español preferido, grabaron en TVE unas series de gran calidad con muy poco dinero. Todo un ejemplo. Con Chicho trabajé en la serie “Mis terrores favoritos”.  Fui su asesor cinematográfico. Con el padre trabajé en “Más allá de la muerte”. Nos hicimos muy amigos hasta que falleció en 2004. Ha sido uno de mis mejores amigos en el cine español, también Ignasi P. Ferré, Juan Piquer, Amando de Ossorio, Victor Israel, Carla Dey, Sebastián D’Arbó, José Ulloa y otras. Soy muy constante en mis amistades y me duran toda la vida. Hubo alguien que se portó muy mal conmigo y me hizo perrerías sin cuento, pero mejor olvidarlo.

 J.L.P: Dime alguna película española reciente que te haya gustado

S: Me han gustado varias: “Pagafantas”, “Ágora”, “Habitación en Roma”, “Celda 211”, “Una hora más en Canarias”, “El discípulo”.

J.L.P: ¿Qué opinas de las subvenciones al cine español?

S: Desgraciadamente son necesarias. Me parece muy bien que el Estado ayude a la industria del cine pero que se haga con criterio, no que apoyen bodrios que no se estrenan porque no gustan a nadie. Eso no puede ser. En otro país si un director rueda una película que no se estrena por falta de calidad ya no le dejan trabajar más. Aquí le dan dinero para que ruede otra película, eso no se puede tolerar. Creo que se debería controlar más a quien se le da dinero público, si se utiliza bien estoy de acuerdo, en caso contrario me parece un despilfarro.

 J.L.P: ¿Cómo ves el tema de la exhibición?

S: La exhibición y la distribución está en manos de las multinacionales, no se debería tolerar eso pero el Estado lo tolera. Hay problemas de tipo político por medio. Si el Estado parara los pies a las multinacionales el gobierno de los Estados Unidos tomaría represalias. Hace algunos años hubo un conflicto por este tema.

J.L.P: ¿Qué problemas fundamentales tiene el cine español a tu modo de ver?

S: El principal problema del cine español va ligado con los problemas de España en general. Los españoles tenemos complejo de inferioridad, no nos sabemos valorar y tenemos fe en nuestras posibilidades. Nos creemos que lo nuestro, por ser español es malo de entrada y no tiene porque ser así. Una película es considerada mala sólo por ser española y el público la rechaza antes de verla. No se le da ninguna oportunidad. Nos descalificamos sistemáticamente a nosotros mismos.

Pero como dice Jerry Lewis en “El profesor chiflado” si nosotros no nos gustamos a nosotros mismos ¿cómo podemos esperar gustar a los demás? ¿Cómo podemos convencer a Europa y al mundo de nuestras posibilidades si nosotros no lo estamos? Primer problema: las multinacionales han secuestrado el mercado.

Segundo: con las subvenciones se ha creado una sociedad endogámica que las ha ido monopolizando. El amiguismo es un cáncer del cine español y de toda la sociedad española.

 J.L.P: Comenta tu dedicación al cine 3 D (animación, cortos, etc)

S: Cuando mi madre enfermó de Alzheimer y mi hermano mayor de cáncer me pasé doce años sin poder salir de casa al tener que cuidarlos. Me desahogué con el ordenador y con unos programas que permiten crear películas de animación. Esos programas se llaman Poser, Vue d’Esprit, Daz Mimic Pro, etc. Me los paso muy bien con ellos. Cuando no tengo nada que hacer les dedico muchas horas, aparte de las que dedico a ver cine.

 J.L.P: ¿Sigues interesado en dirigir cine?

S: Estaré interesado hasta que me muera. Uno no cambia así como así. A finales de 1986 estuve a punto de dirigir una película. Estaba en fase de preparación pero un personaje famoso, cuyo nombre no quiero pronunciar, me la arrebató con una artimaña. Nunca más volví a confiar en él y perdió mi amistad para siempre.

J.L.P ¿Qué aficiones tiene al margen del cine? margen del S: Pasear, hacer fotografías, viajar, me gustan los animales (tengo dos gatas que viven como dos reinas) y los niños (en el buen sentido, claro). Los niños de mi familia, mis sobrinos, siempre han tenido un chollo conmigo. A mi sobrina Celia de siete años le grabé un spot de cola-cao para un concurso y lo premiaron, pasado septiembre apareció en todas las cadenas.

J.L.P Dado que eres un gran cinéfilo me gustaría saber tus películas favoritas

 S: “Cantando bajo la lluvia”, “El gatopardo”, “El verdugo”,

“El maquinista de la general”, “Una noche en la opera”,

“Tiempos modernos”, “Intolerancia”, “El hombre tranquilo”, “La conjura de los boyardos”, ¡ufff! Muchas, muchas más.

J.L.P: ¿De qué actriz con la que hayas trabajado tienes mejor recuerdo?

S: Mercé Lleixà ya fallecida. Desgraciadamente yo me enamoro con demasiada facilidad. Otro punto flaco que tengo. Con actrices que no he trabajado me enamoré de Marisol cuando era niño, actualmente de la china Gong Li, Madeleine Stowe y Elena Anaya.

J.L.P Has escrito muchos libros sobre cine.

S: Los dos primeros que publiqué no me gustaban porque eran de encargo y hay cosas desagradables que son mejor olvidar. Después publiqué dos novelas, “Estruch” y “La Sombra de Hitchcock”. La segunda es de ambiente cinematográfico. Pasa en un rodaje de una película de fanta terror, de esas de “culto” (lo que quiere decir que es terrible) en las que aparece un criminal de verdad que va asesinando al equipo copiando los crímenes de las películas de Alfred Hitchcock. Sebastián D’Arbó quería llevarlo al cine. Después apareció “Buster Keaton”, sobre mi cineasta favorito, “El cine erótico”, uno en Francia “Le cinéma fantastique”.  Estos libros se vieron mucho más, incluso fueron éxitos en ventas. Tenían mucho material gráfico y los compró muchísima gente. Lo malo es que las editoriales siempre se “olvidaba” de pagarme y me disgusté mucho con esos tipos tan avaros y codiciosos. Mucho tiempo después, en el 2007, publiqué dos más, “El cine de Drácula”, que me había quedado inédito mucho tiempo atrás, y “Manual del cine del Mediterráneo” que se presentó en la Mostra de Valencia. Este último trata de esas cinematografías que se llaman “exóticas” pero que en cierto modo despiertan mis simpatías. Aquí nos quejamos mucho de los problemas del cine español pero imaginaos los compañeros del Líbano, esos sí que lo pasan fatal. Ruedan películas en condiciones terribles. Tiene mucho mérito lo que hacen, por eso creo que es necesario que se les apoye.

J.L.P: ¿Crees que en el cine estamos asistiendo a un cambio de modelo de negocio?

S:  Ahora se ve mucho cine, más cine que nunca, pero en otros formatos. DVD, Blu-Ray, televisiones de plasma. La calidad de imagen es inmejorable. Ya hay películas que dan más dinero en esos formatos  que en las salas que siempre están en sitios alejados e incómodos. En cambio me aparece un desastre eso de las zonas que impiden que podamos ver un DVD comprado en Amazon USA. Encontrar reproductores multizona es toda una odisea porque vas a las tiendas, les piden un multizona y te miran con cara de pasmo. Internet es una nueva forma de difusión, espero que las productoras saquen provecho y aprendan a rentabilizarlo.

J.L.P ¡Muchas gracias, Salvador!

S: ¡Gracias a ti!

                     José López Pérez