Los guionistas Carlos López y Manuel Ángel Egea -dos de los autores de el guión de la película ‘La niña de tus ojos’- han presentado una demanda ante un juzgado mercantil madrileño en contra de Fernando Trueba, exigiendo que se compruebe si el guión de ‘La reina de España’, la nueva película del director cuyo estreno se producirá el próximo 25 de noviembre, cuenta en su guión con los mismos personajes que ellos crearon para la precursora.
Los dos guionistas afirman que no autorizaron el uso de estos personajes, no respetando así sus derechos de propiedad intelectual. Ante un intento de acercamiento a Trueba, éste se habría negado a llegar a un acuerdo, afirmando que en el guión de la nueva película no existe una sola palabra de ellos y que los productores tienen los derechos para transformar a los personajes.
Si alguien tiene conocimientos sobre la materia me gustaría conocer su opinión, porque personalmente me pierdo en estas cuestiones legales. Evidentemente ésta es una secuela basada en los mismos personajes, ¿en estos casos los productores están obligados a pedir permiso a los autores del primer guión?
NOTA: hemos contactado con Carlos López, guionista de La Niña de tus ojos tal como aparece en créditos, en la ficha técnica oficial y en el reparto de derechos de SGAE y Dama. Nos confirma que para ‘La Reina de España’ nadie les ha llamado, que intentaron un acercamiento a Trueba y se negó siquiera a sentarse con ellos. Carlos López afirma no haber visto la película, en la que Fernando Trueba -que no era guionista de La Niña- figura como único guionista. Eso sí, desde hace una semana, en la ficha de ‘La Reina de España’ en IMDb aparece el nombre de Carlos López y Miguel Ángel Egea como autores de los personajes junto a Azcona y David Trueba, pero desconocen quién ha introducido ese dato.
Carlos nos explica que la clave legal es que en su momento se firmó un contrato en La Niña en la que cedían los derechos para hacer una sola película. Es decir, ni teatro, libro u otra cosa, porque no está cedido el derecho de transformación. Si lo hubiesen cedido, sí tendría capacidad jurídica para hacer la segunda parte. Al no ser así, necesitarían su autorización expresa.
Fuente: SER
