CRÍTICA DEL DOCUMENTAL “MARIA Y YO”: UNA LECCIÓN MAGISTRAL EN CLAVE DE HUMOR SOBRE EL AUTISMO, CON CLARIVIDENCIA Y PUNDONOR

 

Siempre he sido un gran aficionado del Cómic. Para mi Max (Francesc Capdevila) y Miguel Ángel Gallardo (Lérida, 1955) son dos de los abanderados del cómic underground de Barcelona.

Miguel Gallardo fue el creador de “Makoki” y junto a Juanito Mediavilla llenó páginas históricas en el mundo del tebeo. Ha trabajado con 3 de los editores más grandes, Josep María Berenguer, Felipe Borrallo y Joan Navarro. Gallardo, igual que Max, para mí, son dos personas a un rotulador, pegadas.

En 2007, su álbum “María y yo”, ganó el premio nacional catalán al mejor álbum.

Gallardo, persona optimista donde las haya (de eso puedo dar fe, a nivel personal), sufrió un gran revés cuando nació su hija María (o Marieta), con un autismo severo y que condicionará toda su vida. Al principio el sentimiento de culpa se apoderó de su ánimo, con el tiempo, y viendo como había personas que apoyaban a María y otras que hacían todo lo contrario, se decidió a publicar un álbum sobre el asunto. Este álbum cayó en manos del publicista Félix Fernández de Castro, que, enseguida se enamoró del optimismo de Gallardo.

Luego, pasó como en la famosa canción de Serrat (Uno de mi calle me ha dicho, que un día conoció a un tipo que dicen que dijo que un día fue feliz…), Félix le propuso a Loris Omedes de Bausan hacer un documental sobre “María y yo”.

“María y yo”, es un documental extraordinario, por varios motivos, por su verdad, por su optimismo, por su búsqueda de un espacio nuevo que sea mucho más que contemplativo (documentales al uso que dedican mucho espacio a mostrar la hierba, por ejemplo). “María y yo” busca la reflexión, pero huye del dramatismo –aunque no lo oculta-, para crear cadenas.

Las imágenes arrancan en un hotel de Canarias (para guiris), donde padre e hija compartirán tiempo y experiencias. Todo ello contrapunteado por flashbacks, dibujos de Gallardo y animaciones. Conoceremos el motivo del viaje a Canarias (Mai y Miguel se separaron años atrás, desde ese momento el ejercicio de la figura de padre creció), veremos cómo María aprende poco a poco en un centro especial en las islas y entenderemos mejor el autismo, gracias a María, que, actualmente es una adolescente. María vive a caballo entre Barcelona y Canarias, su vida, a su nivel, es feliz y eso traspasa la cámara. Ver a María en el aula, conmueve y reconforta.

Félix Fernández de Castro ha dotado de pulso a la historia, con una visión muy personal y nada maniquea.

La música del genial Pascal Comelade, naif y profunda matiza todo el relato.

Las canciones de Antonia Font, Kevin Johanssen y Vetusta Morla refuerzan el discurso.

Finalmente el próximo viernes (16 de julio de 2010) se estrena en España, con 14 copias. El presupuesto es de 400.000 €.

 Sin duda, para mí, es el mejor documental español del año, y merece que los espectadores la vean.

“María y yo”, roza la ficción. La peculiarísima relación entre María y Miguel nos trae grandes enseñanzas, la primera es que muchos nos quejamos sin motivo.

“María y yo”, en definitiva, es una lección magistral –digna del mejor cine fórum- de pundonor y clarividencia frente al dolor y la tristeza.

Nota de EL BLOG DEL CINE ESPAÑOL: 7

                            José López Pérez

6 thoughts on “CRÍTICA DEL DOCUMENTAL “MARIA Y YO”: UNA LECCIÓN MAGISTRAL EN CLAVE DE HUMOR SOBRE EL AUTISMO, CON CLARIVIDENCIA Y PUNDONOR”

  1. q ganas!el año pasado estuve como loca buscando el comic en la Feria del libro!y lo conseguí!
    Espero q les vya bien, porq va a abrirnos los ojos a más de uno!

  2. La voy a ver, por el tema y porque me gusta mucho el cine, pero no entiendo eso de que es un gran documental y roza la ficción, o lo uno o lo otro ¿no?

  3. Me gustaria participar en el sorteo de las entradas para el documental de “Maria y yo”, en cines Monopol de Las Palmas de Gran Canaria.
    Me gustaria ir a verla, porque seguro que nos abre los ojos a lo que realmente vale la pena en la vida, dejar de preocuparnos por trivialidades y degustar la sencillez y la armonia de una vida feliz a pesar de las dificultades.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *