El año 2020 registró los peores datos de recaudación en los cines, desde que se contabilizan estas cifras, con una caída de hasta un 72% de la taquilla del ejercicio anterior, con unos 170 millones de euros recaudados y más de 28 millones de espectadores según ComsCore. Sin embargo, ante estos datos catastróficos tenemos la noticia positiva de que el cine español logró durante el 2020 una cuota de pantalla del 25 %, un 10 % más que en el año 2019. Los motivos de estos números se debe a la negativa de las majors de estrenar sus blockbusters durante la pandemia, mientras que las distribuidoras independientes apostaron por seguir estrenando sus películas para salvar a los cines. En este ratio hay mucho cine español lo que motivó que casi todas las semanas llegaran a la cartelera nuevos estrenos nacionales. Uno de los primeros, después de la apertura de los cines tras el confinamiento, fue “Padre no hay más que uno 2”, de Santiago Segura, el largometraje más taquillero del año con casi 14 millones de euros de recaudación. Otras películas españolas que ayudaron a conseguir estos buenos datos fueron “Adú”, de Salvador Calvo; “Hasta que la boda nos separe”, de Dani de la Orden; y tras el confinamiento “No matarás”, de David Victori; “La boda de Rosa”, de Iciar Bollain; “El verano que vivimos”, de Carlos Sedes; y “Hasta el cielo”, de Daniel Calparsoro.
Ante el cierre obligatorio de las salas de cine entre marzo y junio, así como las posteriores restricciones sanitarias debido a la crisis del coronavirus y la falta de estrenos de majors, la taquilla en España cayó a mínimos históricos tras varios años de datos al alza. Por tanto, y pese a que durante enero y febrero se había incrementado la afluencia a cines hasta un 7% acumulado, la recaudación ha terminado el año con pérdidas históricas de más de 446 millones de euros respecto a los datos de 2019.
