Llegó el día del anuncio que desvela lo que los académicos opinan sobre cuáles son las obras que, según ellos, son lo mejor que ha dado la cosecha del cine español durante el año. Como siempre, cualquier evento de este tipo no está exento de polémicas por sus aciertos y, generalmente, por sus desaciertos.
Todos tenemos unos nominados que, si no coinciden con lo finalmente resultantes, ponemos el grito en el cielo y a modo de turba con antorchas de los Simpson proponemos quemar las instalaciones (con los académicos dentro). Este año no es una excepción y la turba ya se está formando, porque lo que queda claro es que el anuncio de nominaciones nos deja sorpresas, hundimientos, revanchas, amiguismo, buen y mal gusto y olvidos/anunciados chocantes.
Estos son los titulares, olvidos y curiosidades nos dejan las nominaciones a la 33 edición de los Premios Goya:
– Reina el castellano. Que las 5 nominadas estén rodadas en castellano es casi una rareza absoluta: solo ha pasado una vez en los últimos diez años.
– Carlos se queda sin Vermú. De favorito a olvidado en las “big 3”: guión, dirección y peli.
– Los grandes sacan un rosco. Lo nunca visto: cuatro directores ganadores del Goya a mejor peli se llevan 0 nominaciones: David Trueba, Monzón, Cuerda y Rosales.
– Carmen y Lola asustan. Su protagonismo en las nominaciones de los principales precursores (Forqué y Feroz) hacía presagiar lo que muchos auguramos hace tiempo: que estábamos ante la revelación del año. Se confirma como el sleeper crítico de la temporada, las 8 nominaciones incluyendo prácticamente a todo su reparto en ellas es un espaldarazo al cine comprometido, social y femenino.
– Petra: de Cannes al ostracismo. Peor le ha ido a nuestra otra representante este año en la Croisette. Petra se lleva “0” menciones, destacando la omisión a una deslumbrante y nominadísima a los EFA Bárbara Lennie o al villano antológico que interpreta Joan Botey, quien merecía ganarlo todo.
– Lennie muere de éxito. La actriz del momento aspiraba a todo, convirtiéndose en la víctima perfecta del “efecto división”. Se la esperaba tanto en la mencionada de Rosales como en La enfermedad del Domingo, Todos lo saben y El reino.
– Intruso Farhadi. Finalmente no hubo trato diferencial por tratarse de un “intruso” del cine español. Alguien que consigue semejante reparto para una película no podía quedarse sin nominación. Su película se coloca como una de las triunfadoras en las nominaciones con 8 menciones, todas ellas merecidas.
– Champions! El idilio de la Academia con Fesser continúa. Si ya lo enviaron a los Oscar ahora le entregan 11 candidaturas en prácticamente todos los sitios donde podía entrar. ¿Dará la sorpresa en febrero?
– A Isaki ya no le cuesta. Por fin se acuerdan de uno de los directores más exitosos a nivel festivales dentro y fuera de las fronteras españolas. Merecido reconocimiento aunque sólo sean dos nominaciones. No deberían haberla obviado en canción y montaje (a años luz del de Viaje al cuarto de una madre).
–La sombra de la ley maquilla su fracaso. Rescatada por los premios técnicos, que es lo que tiene la película, una factura técnica impecable para una película decepcionante. Lo mismo que Superlópez, que consigue tres candidaturas; o El hombre que mató a Don Quijote, rescatada del olvido para entrar en cinco categorías técnicas merecidamente.
– Las mujeres se revelan…pero no se consagran. De nuevo, las directoras brillan en categoría novel y todo parece indicar que una de ellas relevará a Carla Simón en los premios. En cambio, ninguna directora se ha hecho un hueco en la categoría principal de dirección.
– Déjà vu actoral. Los cuatro actores y actrices nominados en la categoría principal ya han sido nominados previamente, acumulando ya entre todos un total de ¡¡53!! nominaciones.
– Mismas caras de hace un año. La categoría de actor principal ha encumbrado a los de siempre: tres de los cuatro nominados ya lo fueron la anterior edición. Entre los cuatro suman ya 32 nominaciones a sus espaldas y todos ellos han sido premiados alguna vez. O nos renovamos o morimos.
– Y en actrices, más de lo mismo. En actriz principal tampoco se ha vivido novedad alguna: todas han sido nominadas antes y entre todas acumulan 21 nominaciones. Nimri, extrañamente fuera de los Forqué y Feroz, sí ha sido recordada por los académicos. La sorpresa ha venido con la siempre reivindicable Susi Sánchez.
– Alexandra imprescindible…menos para la Academia. Alexandra Jiménez se queda sin nominación en el que es uno de los olvidos más injustos de la lectura. Actriz indispensable de nuestro cine que jamás ha sido nominada.
– Mario Casas sucumbe ante los consagrados. Se ha quedado a las puertas en su mayor oportunidad hasta la fecha.
– De la Torre, rey del doblete. El malagueño repite doble nominación por ¡4ª! vez.
– Nominaciones record. De la Torre se convierte en la persona más nominada de la historia con 13 menciones. Y Penélope Cruz iguala el record de Maribel Verdú (11) en mujeres.
– Las catetadas de los Goya. Además de los mencionados Lennie y Botey, cuesta ver fuera a la internacionalmente premiada banda sonora de Another day in your life. Por no hablar de la cuestionable nominación a Carlos Acosta, quien directamente no interpreta y ha protagonizado una de esas nominaciones “al más popular”.
– Más omisiones chungas. Echamos -mucho- de menos a Javier Rey y María León, protas de Sin fin. Rafaela León por Carmen y Lola ha sucumbido a su compañera de reparto Carolina Yuste y se queda fuera de las nominaciones, a pesar de que la suya fue la actuación más memorable y alabada. Creemos que la foto de El árbol, así como su BSO, merecían mención.
– Pequeñas sorpresas y WTF. Inesperadamente, Jefe se cuela en mejor guión adaptado por delante de opciones como Another day in your life o Tiempo después. Sorprende -no sabemos si para bien- la inclusión del montaje de Viaje al cuarto de una madre. Y nos alegra que se hayan acordado de Errementari para efectos, una de esas categorías donde deciden los gremios y hay decisiones extrañas, como la de nominar a El Reino (puestos a valorar el trabajo digital parecía más lógico acordarse de Tiempo después, Yucatán o El cuaderno de Sara).
– Bollaín no baila sola. Para muchos, el cine de Bollaín ha dado un giro hacia lo previsible desde su unión con Laverty. Se esperaba más de una producción tan importante y “académica” como Yuli, que sí optará a premios técnico-artísticos pero se ha quedado fuera de la temporada de premios en las categorías importantes.
CHEMA LÓPEZ
PAULO CAMPOS
