¿DE QUÉ VA “PERFECTOS DESCONOCIDOS”, LA PELÍCULA QUE COMENZARÁ A RODAR ÁLEX DE LA IGLESIA EL PRÓXIMO MES DE OCTUBRE?

Álex de la Iglesia, aparta de un gran filósofo y un gran cineasta, también es un gran consumidor de Internet y de sus redes sociales, incluso se pasa por aquí de ven en cuando para leernos, por eso le atrae tanto su nuevo proyecto “Perfectos desconocidos“, cuyo rodaje comenzará el próximo mes de octubre, ya que trata de la dependencia que hoy día tienen la mayoría de los españoles, menores de 50 años, respecto a su móvil, un pequeño aparato que guarda más de un secreto sobre su dueño. Como él mismo ha declarado a la prensa: “El móvil refleja lo más profundo de nuestra identidad. Hablo de algo que me atañe personalmente y creo que no soy el único. La libertad de elegir con quién mantener una relación continuada ha desaparecido. Si antes vivíamos pendientes de veinte o treinta personas que nos importaban, ese número se ha ampliado exponencialmente, y muchos de ellos se han colado sin pretenderlo”.

Perfectos desconocidos“, remake de la comedia italiana ‘Perfetti Sconosciuti’, estrenada en 2016 y que en Italia recaudó más de 20 millones de euros, estará protagonizada en su adaptación española por Ernesto Alterio, Juana Acosta, Eduard Fernández, Eduardo Noriega, Dafne Fernández, Belén Rueda y Pepón Nieto.

¿De qué irá la película “Perfectos desconocidos”, de Álex de la Iglesia?

Alfonso (Eduard Fernández) y Eva (Belén Rueda) discuten sobre lo monótona que se ha vuelto su vida mientras esperan a sus comensales. Eduardo (Eduardo Noriega) y Blanca (Dafne Fernández) tienen diferentes puntos de vista sobre su relación. Ella quiere casarse y tener hijos y él ni de de lejos se lo plantea. Antonio (Ernesto Alterio) y Ana (Juana Acosta) están a punto de divorciarse y Pepe (Pepón Nieto) ha llegado solo a la cena, tras poner la excusa de que su novia está enferma. Una reunión de amigos que se convertirá en una bomba. Dejar los móviles encima de la mesa y compartir con todos las llamadas, SMS, Facebook, Whassaps… ¿Un juego inocente o una propuesta peligrosa?

Vía: El Confidencial