Es un clásico. Después de las nominaciones para los Premios Goyas 2014 llega la diversión. Llámalo derecho a pataleta.
Y es que mientras bitácoras referentes como este Santo Blog no formen parte de los académicos, siempre se cuestionarán algunas decisiones…
Este año la costumbre de “votar en bloque” no ha sido tan acusada. También han surgido propuestas diferentes e interesantes –Caníbal o La Herida- que son de agradecer. Pero no por ello se ha dejado de percibir el tradicional tufillo endogámico y la sensación de que los académicos no ven todo el cine que deberían.
Por ello, vamos a repasar algunos de los mayores descuidos de los Premios Goyas 2014.
En primer lugar, creemos que Stockholm (Rodrigo Sorogoyen), nominada en unas insuficientes tres categorías, merecía haber sido la gran sorpresa que copara las categorías principales, empezando por mejor película.
En su lugar se ha optado por títulos mucho más innecesarios y poco novedosos como 15 años y un día o Vivir es fácil con los ojos cerrados.
Por cierto, ¿cuántos han visto “10000 noches en ninguna parte”? En mi opinión, creo que es otra que merecía ser la gran protagonista de la lectura. Da la sensación de que se ha reconocido el impresionante trabajo de Susi Sánchez más por oídas que otra cosa. Pero si el grueso de votantes la hubiera visto, quizá tampoco se les habría escapado la nominación a montaje (impresionante), fotografía, banda sonora y muy especialmente a un estratosférico Andrés Gertrúdix.
Tampoco se han atrevido a reconocer en película y dirección a un cine gamberro y a la vez de calidad, como “3 bodas de más” o “Las brujas de Zugarramurdi”.
Otras ausencias para muchos han sido las de “Gente en sitios” o “Historia de la meva mort”; títulos aclamados fuera de España y totalmente al margen. La cinta de Alber Serra no presentó candidatura.
Precisamente, el hecho de tratarse de un cine tan al margen de la industria puede haber sido determinante para que películas del calibre de Los Ilusos, Otel.lo, Costa da morte o Ilusión no hayan recibido una sola mención. Creo que una de las labores de estos premios es impulsar el buen cine nuevo, que además ha sido el auténtico protagonista del 2013.
Estas nominaciones también nos reafirman en que se debería crear un nuevo apartado de “Actores Nominados por Cojones”. En él, todas y cada una de las interpretaciones de Maribel Verdú y Antonio de la Torre deberán entrar sistemáticamente y evitar así damnificados clamorosos, como Rossy de Palma, Macarena Gómez o los azafatos Arévalo y Areces. Por cierto, quizá en su empeño de castigar a Almodóvar, la Academia prefirió citar a Juan Diego Botto, que es un actorazo, pero que su breve aparición en Ismael no es gran cosa.
También ha escocido a muchos ver a Berto Romero como nominado a actor revelación, por su divertida e insignificante aparición de 5 minutos en “3 bodas de más”; mientras que se olvidan de un actorazo como Miguel de Lira (Somos gente honrada), quien hace toda una creación de un personaje, llevando gran parte del peso de la película.
Las categorías técnicas son las que suelen dejarnos atónitos y nos reafirman en que sólo deberían votar auténticos especialistas, en lugar de gente tipo Paula Echevarría.
En esta ocasión, impacta la nominación de “15 años y un día” a mejor fotografía, un año en el que nuestro cine nos ha regalado piezas premiadas internacionalmente como la fascinante Chaika, que presentó candidatura para la edición 2013 y no rascó ni una. En fin…
¿A quién has echado en falta en las nominaciones a los Premios Goya 2014?
