Cesc Gay es uno de esos directores que nos permiten soñar con la subsistencia de un cine de calidad, desacomplejado y sin necesidad de aparentar ni recurrir al género para encandilar a la taquilla.
Una labor diplomática a favor del cine español. La misma con la que fue capaz de recrear con total naturalidad el uso continuo de ambas lenguas en Catalunya en V.O.S. (2009).
Krámpack, En la ciudad o Ficció le avalan como el director con el que todos quieren trabajar. ¿Cómo si no logra un director reunir a (cojo aire) Ricardo Darín, Luis Tosar, Javier Cámara, Candela Peña, Eduardo Noriega, Leonardo Sbaraglia, Eduard Fernández, Leonor Watling, Alberto San Juan, Cayetana Guillén Cuervo, Jordi Mollà y Clara Segura en un mismo trabajo?
Mientras Una pistola en cada mano continúa en cartel de cines de siete países, aprovechamos unos días de relax del director barcelonés para entrevistarle.
-Cesc, recientemente hemos celebrado en nuestra web el éxito que ha tenido “Una pistola en cada mano” en el Spanish Film Festival de Australia, con críticas espectaculares y un muy buen estreno comercial en cines, ¿cómo valores esa acogida?
Muy feliz del éxito inesperado en Australia y esperando ansioso que me propongan dirigir una nueva secuela de Cocodrilo Dundee.
-¿Esperabas esa vocación internacional de la película? ¿Qué comentarios desde otros países te han sorprendido más?
Me he dado cuenta a lo largo de este año viajando con la película que los hombres actuamos igual en todos partes. Lo único que no queremos es perder ni mostrar debilidad alguna. La película es lo que cuenta y eso ha generado una entusiasta respuesta del público femenino en todos lados.
-Da la sensación de que los logros de películas españolas en el extranjero (festivales, ventas internacionales, etc) apenas son tratados por los medios. ¿A qué se debe ese desinterés?
No lo sé, en todo caso no criticaré yo esa falta de interés. Siempre me he sentido muy bien tratado por los medios a pesar de mi escasa disposición a las entrevistas. Y si hay que resaltar las hazañas de Fernando Alonso o de Julio Iglesias antes que nuestros pequeños éxitos lo entiendo perfectamente.
-¿Te has encontrado con algún ofendido por tu sátira hacia el hombre actual?
En Argentina una mujer me saludó en el hotel mientras yo desayunaba. Me contó que la noche anterior habían discutido mucho con su marido después de asistir a la proyección. Ella le recriminó que nunca le contara nada ni compartiera con ella sus sentimientos. Llevaban 30 años juntos y sentía que se acostaba con un armario en la cama cada noche.
“No me habla nunca, ‘Chesk'”, me decía. Al poco apareció el marido y se sentó con ella junto a mi mesa. Me estuvo mirando desafiante todo el rato. Y por supuesto no abrió la boca.
-Recuerdo a un fantástico Eduardo Noriega jugueteando nervioso con un trozo de papel de la pared ante las provocaciones de Candela… Los personajes de la peli están plagados de esas sutilezas, ¿cómo logras introducirlas en el actor?
Algunas son cosas que imagino cuando escribo y las anoto. No forman parte del guion sino de mis notas de dirección que voy acumulando. Luego, cuando empezamos a ensayar con los actores las repaso y algunas terminan configurando aspectos de su interpretación. Otras se me ocurren mientras rodamos por la propia puesta en escena y luego está todo lo que aporta el actor de su cosecha. Detalles que generan en los ensayos y otros que solo aparecen cuando tienen una cámara en marcha ante ellos.
-Entre las historias de “Una pistola en cada mano”, ¿tienes una favorita?
Tengo mi favorita pero estaría mal que dijera cuál.
– ¿El cine autoral español está en peligro de extinción?
Está en un momento difícil sin lugar a dudas. Creo que por un lado los productores tienen que inventarse nuevas formas de financiar las películas y por otro los directores/autores tenemos que ganar público y comercialidad sin dejar de ser nosotros mismos. Por mi parte es lo que he intentado.
-Dada la dificultad a la hora de levantar proyectos en nuestro país, ¿crees que la coproducción es una de las salidas para los realizadores?
Coproducir es una forma de diversificar la financiación pero también añade complejidad al proceso creativo: más personas opinando y condicionando la película.
-¿Qué pelis españolas que hayas visto recientemente te han llamado más la atención?
Ha habido muchas. Ha sido un año de películas muy diferentes y géneros variados. Creo que el espectador tiene dónde escoger.
-¿Puedes contarnos algo acerca de tus próximos proyectos?
Estoy dando forma a mi primer film-documental. Un género al que siempre le había tenido ganas y que espero poder empezar a rodar en los próximos meses. Por otro lado estoy terminando de escribir un texto teatral que espero atreverme a dirigir y también empezando a definir mi siguiente película. Mi intención es que sea de nuevo una comedia.
-Krampack se convirtió en una pequeña peli de culto entre muchos gays, ¿has tenido la tentación de volver a juntar a Nico y a Dani años después?
No. Nunca me lo he planteado. Supongo que porque no tendría nada que ver. El encanto de Krampack residía en la juventud y la ingenuidad de sus personajes. Si tuviera que escribir algo al respecto, antes escribiría un texto corto al estilo de lo que han sido las historias de Una Pistola en cada Mano.
-Gracias Cesc.
Gracias amigos. Y gracias por los artículos que habéis dedicado a la película.
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