CRÍTICA “QUERIDO FOTOGRAMAS”: UNA REVISTA HISTÓRICA Y REPLETA DE HISTORIAS

El director brasileño Sergio Oksman, en su última película Querido Fotogramas (2018), ha querido poner el foco de su cámara en la mítica revista Fotogramas. Revista de cabecera para todos los cinéfilos y soñadores españoles que desde el año 1946 se ha mantenido fiel a su cita con los lectores. Y son precisamente los lectores los máximos protagonistas de este documental, ya que el cuerpo de la narración se va vertebrando a través de algunas de las cartas que a lo largo de los años han ido llegando al famoso consultorio de Mr. Belvedere. Unas cartas que a su vez son leídas frente a la cámara por famosos intérpretes, como Javier Bardem o Marisa Paredes, que en un pequeño diálogo entrañable con el espectador nos van relatando su primera vez con la revista. De este modo descubrimos que José Sacristán conoció Fotogramas gracias a las revistas de segunda mano que compraba en el Rastro o somos testigos de la inmensa emoción de Leonor Watling al ver su nombre por primera vez dentro de sus páginas.

También hay cabida para hablar de la absurda y terca censura que durante la dictadura privó a los españoles de grandes películas e instantáneas. Todas las fotografías de estrellas de Hollywood debían ser estudiadas y retocadas para que los escotes fueran extremadamente pudorosos. No obstante, por mucho que la España franquista fuera retrógrada y paleta, los profesionales de la revista destacaban por su buen hacer y su gran conocimiento. En el documental contemplamos a algunos de los famosos periodistas que pasaron por la redacción, imprescindibles resultan Enrique Vila Matas con su entrevista inventada y Maruja Torres con su mordaz sentido del humor. Obviamente los tiempos evolucionan y desde que Elisenda Nadal se pusiera al mando de la revista las cosas han cambiado mucho en el gremio periodístico. Ella misma da testimonio de ello y se lamenta por el devenir actual de las redacciones. Antes había mayor camarería entre los compañeros y hoy en día cada uno está absorto en su ordenador personal. En una buena estrategia, el director sutilmente le va pasando el protagonismo al hijo, Toni Nadal, actual director de la revista que se satisface de haber apostado por el continuismo. Si las cosas salieron bien en su día, resulta temerario intentar dejar tu sello a toda costa. Los Nadal se descubre así como una familia de cultura y muy consecuente con sus actos.

Pero como hemos dicho, Querido Fotogramas es un canto de amor al cine y a los lectores que con sus ganas de soñar y habitar nuevos mundos han hecho grande a la revista Fotogramas y a todos los profesionales que destinan su tiempo al séptimo arte. Lectores que mensualmente acuden a su quiosco o reciben su número en casa y que se deleitan con las críticas de las nuevas películas, las noticias de rodajes nacionales e internacionales, los reportajes desde cualquier punto del mundo o las extensas entrevistas a los grandes actores. Gracias a la revista muchos hemos adquirido nuestra cultura cinematográfica y hemos perfeccionado nuestro gusto cinematográfico. Porque Fotogramas es esa amiga que siempre está ahí y que nunca te falla. Y es por eso por lo que no se puede concebir una revista Fotogramas sin papel. El sentir sus hojas sobre tus manos, oler el papel, ver alguna errata, algún borrón a causa de la impresión… son sensaciones que nunca podrá regalar la frialdad de lo digital.

Laura Acosta

Nota: 8