LA CRISIS CREATIVA DE LA COMEDIA ESPAÑOLA: REMAKES Á GOGO Y AUSENCIA DE IDEAS ORIGINALES INUNDAN LAS CARTELERAS

En el año 2016, Telecinco Cinema acertó de pleno al desarrollar una fórmula que, años después, coparía la agenda de producciones de ambición comercial: Kiki, el amor se hace, una comedia de modesto presupuesto y dirigida por Paco León, sorprendió al amasar en cines €6,2 millones tras multiplicar por 7,7 su dato de apertura.

La cinta adaptaba The Little Death, comedia australiana del 2014 que no tuvo presencia en cines de España. El concepto estaba claro: importar ideas que han funcionado en otros países y que a su vez son totalmente desconocidas para el gran público español, adaptándolas a nuestra idiosincrasia y, en ocasiones, mejorándolas.

El gran pelotazo llegó un año después con Perfectos desconocidos, remake de la italiana Perfetti sconosciuti. Al igual que Paco León dotó de su fuerte personalidad a Kiki, Álex de la Iglesia impregnó de su humor macabro la que se convertiría en la película más vista del 2017, con una recaudación de €21 millones que la sitúa en el top 10 de las películas españolas más taquilleras de la historia.

A partir de ahí la cadena de taquillazos importados ha sido imparable, destacando fenómenos como El mejor verano de mi vida (2018, Dani de la Orden), adaptación de la italiana Sole a catinelle.

Incluso Santiago Segura, creador de Torrente -uno de los personajes más icónicos de la comedia española-, sucumbió a la crisis creativa de la comedia patria al desarrollar Sin rodeos (2018), adaptación de la comedia chilena Sin filtro.

El cineasta madrileño le cogió el gusto a los remakes y el pasado 2019 lanzó la que se convertiría en la cinta española más taquillera de la edición, con un espectacular montante de €14,2 millones: Padre no hay más que uno, adaptación (cómo no) de la argentina Mamá se fue de viaje (2017).
Para celebrar semejante éxito, este mismo año se estrenará la segunda parte de esta comedia familiar producida por Atresmedia Cine.

Y es que el fenómeno de los “remakes que el público no sabe que son remakes” ha alcanzado su cúspide en los dos últimos años. Así, es verdaderamente sintomático comprobar cómo las dos únicas películas que lanzó Telecinco -el gran estudio de cine español en los últimos años- en 2019 fueron sendos remakes. El resultado de ambos fue aplastante: Lo dejo cuando quiera (Carlos Theron) amasó €11,4 millones; mientras que Si yo fuera rico (Álvaro Fernández Armero) se embolsó €12,6 millones. El balance del 2019 no puede ser más elocuente: las tres películas españolas más taquilleras fueron remakes.

La agenda de lanzamientos no hace más que consolidar esta tendencia, marcada por una preocupante ausencia de ideas originales. Así, este viernes llega a los cines Hasta que la boda nos separe (Dani de la Orden), remake de la francesa La wedding planner. El próximo 13 de marzo aterrizará en los cines Operación Camarón (de nuevo Carlos Theron y Telecinco Cinema), que adapta la italiana Song ‘e Napule. Y el 17 de julio se estrenará la mencionada Padre no hay más que uno 2.

Por contra, películas como Promoción Fantasma, Tres bodas de más, Ocho apellidos vascos, Perdiendo el Norte o Es por tu bien sí son historias originales cuyos derechos han sido adquiridos para remakes.

4 thoughts on “LA CRISIS CREATIVA DE LA COMEDIA ESPAÑOLA: REMAKES Á GOGO Y AUSENCIA DE IDEAS ORIGINALES INUNDAN LAS CARTELERAS”

  1. De hecho en la crítica de hoy de El País a la película esta de la boda hablan de eso: la tendencia es cansina, pero los remakes suelen mejorar el original.
    En el caso de Perfectos Desconocidos ambas eran bastante flojas, pero la italiana era aún peor.

  2. El artículo debería haber empezado: “En el año 2003, Telecinco Cinema acertó de pleno al desarrollar una fórmula que, años después, coparía la agenda de producciones de ambición comercial: Días de Fútbol, una comedia de modesto presupuesto y dirigida por David Serrano, sorprendió al amasar en cines €12,2 millones de euros.”

    Más de 10 años antes de eso de Kiki, Telecinco ya hizo su primer remake encubierto de comedia exitosa foránea. Nada en el cartel, pero sí muy escondido en los créditos finales. Aquello que se vendió como una nueva genialidad del guionista de El Otro lado de la Cama, venía en realidad de una película holandesa que generó luego una secuela, una serie y tres remakes.

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