CRÍTICA A “MENTIRAS Y GORDAS”: AL FIN CINE COMERCIAL NACIONAL

Mario Casas Mentiras y gordas

Como os comenté, el pasado viernes fui con mi novia al cine a las 00:45 horas a ver la publicitada nueva película Mentiras y gordas del dúo Albacete y Menkes, que se ha convertido en el sorprendente Nº1 de la taquilla española.

Como sabía de antemano lo que iba a ver, porque había visto varios clips de la película, no me sorprendieron los numerosos desnudos y escenas de sexo y drogas aunque, debo decir, que me parecen excesivos, porque, por ejemplo, creo que Hugo Silva sólo tiene una escena con la camisa puesta y todas las actrices muestran sus senos.

La gran mayoría que ya ha visto la película critica que carece de argumento y sólo muestra a su reparto coral, lleno de jóvenes estrellas televisivas, desnudos, follando y metiéndose todo tipo de drogas, pero, creo, que lo que buscaban los arriesgados directores con esta película, que nadie quería financiarles, era esto: jóvenes estrellas televisivas enseñando chicha para que miles de adolescentes -el target que más va al cine- se dejaran su pasta en los cines. Y lo han conseguido, y me alegro porque el cine español debe crecer como industria ofreciendo también cine comercial como éste al igual que hacen los americanos.

En cuanto a los actores, los que mejor salen parados en su interpretación son Mario Casas (Los hombres de Paco), tiene el mejor papel del guión, y Ana Polvorosa (la pelirroja de Aída) aunque aparece en demasiadas de sus escenas con mirada fija y voz susurrante.

A mi entender, la peor interpretación de la película es la que nos ofrece la joven y guapa Ana de Armas (El internado) pues todos sus diálogos suenan artificiales y, como ejemplo, su escena de sexo con Hugo Silva en los lavabos de la discoteca: “Bésame los pezones, méteme los dedos, fóllame”. Vamos, que parecía que estaba diciendo la tabla del 8.

Por otra parte, acepto que Albacete y Menkes ofrezcan tanto sexo y drogas en su película porque, no la gran mayoría de los jóvenes, pero sí más de los que creemos viven la noche así, pero no me gustó que se rían y se metan con el culto al cuerpo representado en el personaje interpretado por Miriam Giovanelli que por tener unos quilitos de más le deja su novio y pierde su trabajo de camarera. Como todos sabemos, los adolescentes tienen un gran problema, por culpa de la publicidad y de la televisión, con el culto al cuerpo y, sobre todo las chicas, aunque cada vez también se da más en los chichos, quieren tener un cuerpo perfecto sufriendo enfermedades como la anorexia y la bulimia.

Bueno, resumiendo mi crítica a la película Mentiras y gordas, comentar que es un film creado para los adolescentes, enfocada a hacer taquilla, y por lo cual le doy un aprobado alto.

P.D. Esta película va a dar mucho juego en nuestra zona caliente, je, je.