CRÍTICA “MADRES PARALELAS”: EMPODERAMIENTO DE LA MUJER Y MUERTOS EN CUNETAS

Madres paralelas“, la nueva película de Almodóvar, se acaba de presentar en la Biennale de Cine de Venecia siendo una de las dos películas de apertura (la otra es la francesa “Les Promesses”, de Thomas Kruithof).

Esta nueva entrega del director manchego tiene un plantel de lujo con Penélope Cruz, Milena Smit, Aitana Sánchez-Gijón y, la casi omnipresente en las cintas de Almodóvar, Rossy de Palma. El pase para la prensa e industria en la sala PalaBiennale fue recibido con un lleno absoluto, pero con un tímido aplauso de cortesía al final de la cinta. 

Almodóvar se impregna de la actualidad más combativa y nos expone temas como la maternidad, la conciliación laboral, el clasismo, la violación, la dejadez casi patológica de los hombres respecto a la paternidad, la memoria histórica, la corriente política de los actores, y todo ello con multitud de transiciones con fundido a negro.

Sin querer desvelar gran cosa de la trama, contaremos que Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit) son madres a la vez, de ahí el título. Ambas tienen su hija sin presencia de los padres, y poco a poco sus vidas vuelven a unirse tras la salida del hospital donde dieron a luz. Almodóvar aprovecha esta base para mostrarnos lo poco que se hizo en el gobierno de Rajoy (mencionando su nombre) por cumplir la ley de memoria histórica, donde la protagonista, Janis, quiere que se recuperen los restos de unos republicanos asesinados en su pueblo. Los comentarios de los protagonistas sobre el asunto son explícitos, y más pareciera un documental en ciertos momentos, denotando que la película quiere tener también la función didáctica para la parte de la audiencia que no es española y que no conoce bien nuestra historia.

Pedro utiliza también la figura de Ana para mostrar que buena parte de la juventud española tampoco conoce lo que ocurrió en España y, denotando cierto sesgo político, nos pone a una adolescente sin ideas políticas y que repite lo que le dice su padre sobre desenterrar a los fusilados de la guerra civil española. La realidad es que la cinta no tiene muchas lecturas, dentro de la línea del director y guionista manchego, puesto que la trama es lineal, sin historias secundarias de profundidad y evitando las dobles lecturas para que el espectador no tenga dudas de lo que está viendo.

Una de las gratas sorpresas es Milena Smit, quien tras “No matarás” nos muestra la variedad de registros que es capaz de interpretar a la perfección, desde la adolescente miedosa y risueña, a la chica madura con ideas claras y “empoderada”. Este tema, el del empoderamiento de la mujer, es una constante en la cinta, no solo por el guion donde nos muestran que las mujeres son las que llevan el peso de los acontecimientos, sino por mensajes explícitos escritos en camisetas que aparecen enfocados largamente para dar tiempo al público de leerlo.

Israel Elejalde interpreta a Arturo, el único protagonista varón, que ayuda a la Janis a desenterrar los huesos de los asesinados en la guerra civil. Israel tiene el papel de una gota de agua en el desierto, siendo él el único contrapeso masculino durante unos minutos dentro de las dos horas que dura la cinta. 

Con los colores vivos típicos del cine de Almodóvar, reconocido en todo el mundo, y un guion de tópicos revalorizando lo tradicional (tortilla de patatas, las mesas redondas con mantel de puntillo, la bienvenida afable de los habitantes de los pueblos…) lo que hace una forma eficiente de vender mundialmente, no solo parte de la actualidad de España sino las costumbres de vida de este país.

Nota El Blog de Cine Español: 6.

Rubén