Si les digo que un español burgalés llamado Diego Quemada-Díez lleva cerca de un año recogiendo premios por decenas de festivales de todo el mundo – Festival de Cannes: Mejor reparto (Un Certain Regard); Festival de Morelia: Premio del Público, Premio Mejor 1er o 2o largometraje; y Festival de Mar de Plata: Astor de Oro a Mejor película, entre otros- y encendidas críticas de los más importantes medios del mundo del cine con su ópera prima La jaula de oro, muchos se sorprenderán.
Y si les digo que su periplo de reconocimientos internacionales culminó días atrás en la 56 entrega de los premios Ariel (los Goyas del cine mexicano), alzándose con nueve galardones, entre ellos el de mejor película y ópera prima; muchos dirán: “Qué raro, no lo he leído en ningún sitio”.
Y si además de todo ello les digo que la película en cuestión en una coproducción en la que España participa, a muchos les resultará difícilmente entendible comprobar que en nuestro país a casi nadie le interesa y/o a nadie le importa, vista de la nula repercusión e interés en los medios de comunicación patrios. Pero sin duda este es un fenómeno que desde este Blog no nos extraña en absoluto y que ya hemos lamentado recientemente en varias ocasiones, con películas premiadas fuera como Historia de la meva mort, Chaika, Aquí y allá o La Plaga.
“La jaula de oro” fue una de las nominadas a mejor película Iberoamericana en la pasada edición de los Premios Goyas, y en mi opinión la que merecía el premio -que finalmente recayó en “Azul y no tan rosa”-. La película es una deslumbrante road movie sobre la inmigración, y una historia de amistad adolescente que recomiendo muy especialmente.
Diego Quemada-Díez emigró a América hace casi 20 años dadas las escasas oportunidades de hacer cine en España, trabajando como operador de cámara en producciones como 21 gramos o El jardinero fiel .
Enhorabuena.
