CRÍTICA A LA PELÍCULA ESPAÑOLA “ELOÏSE”, UNA PROPUESTA MUY INTERESANTE SOBRE EL AMOR

Película Eloise

La película española “Eloïse” pasó por las pantallas de cine de nuestro país, hace unos meses, con más pena que gloria, pese a tener varios aspectos interesantes.

Dirigida por el santanderino Jesús Garay, nacido en 1949, el cual lleva muchos años viviendo en Barcelona, donde ha desarrollado toda su carrera. Sus películas más interesantes son “Manderlay”, “Pasión lejana” y “La bañera”. Ha dirigido las dos etapas de la serie de éxito de TV 3 “La Mari”. El guión es obra de Cristina Moncunill (conocida por ser autora de varias obras de teatro) y tiene un tono realista, con un acertado recorrido alambicado y huyendo del morbo, con buen manejo de los tiempos y de los flashbacks.

La historia nos presenta a Asia (Diana Gómez) que debe decidir entre sus instintos, que la llevan a los brazos de Eloïse (Ariadna Cabrol), o seguir los consejos de su madre (Laura Conejero), y continuar con su novio. La única laguna del guión es lo poco que aporta el personaje del padre de Asia (Eduard Farelo) porque no llegamos a conocer sus motivaciones.

Las dos protagonistas lo hacen francamente bien y dan emotividad y credibilidad a la historia. Diana (Igualada) ha participado en “Salvador”, excelente película de mi paisano Manuel Huerga y en las series de TV “Águila Roja” y “El pacto”.

Por su parte Ariadna Cabrol destacó en “Joves” (Jovenes) y “Las películas de mi padre”, y es un rostro a seguir, ya que sabe transmitir misterio y credibilidad a sus interpretaciones.

“Eloïse” habla del tránsito vital en el que se deben tomar decisiones importantes y las dudas son razonables, ese momento, el primer año en la universidad, moldea en muchos casos, la personalidad. “Eloïse” intenta huir del morbo sobre la identidad sexual, aunque tiene algunas escenas de un erotismo lésbico soft, más propio de la época de la transición.

Flaquean los jóvenes secundarios, Albert Saumell, Carolina Montoya y Miranda Makaroff, en cuyos trabajos se nota que Jesús Garay no acaba de tomarle el pulso en algunas escenas.

Con escenas irregulares, es una propuesta interesante, sin ninguno género de dudas.
Artículo: José López Pérez