CRÍTICA DE LA PELÍCULA “LAS VIUDAS DE LOS JUEVES”: “TRAS UNA CALMA FICTICIA SE OCULTA UNA BOMBA DE RELOJERÍA”

Las viudas de los jueves

El próximo viernes se estrena en los cines de España el séptimo largometraje de Marcelo Piñeyro, ciudadano con doble nacionalidad, española y argentina. Entre sus filmes encontramos películas maravillosas como “Caballos salvajes”, “Cenizas del paraíso” o “Kamchatka” y películas muy interesantes como “El método” o “Plata quemada”.

La película “Las viudas de los jueves” es una coproducción hispano-argentina, la parte española la aporta Gerardo Herrero, desde su productora Tornasol Films. La película se rodó en Buenos Aires y Alicante (Ciudad de la luz), está basada en la novela de idéntico título y publicada por Clarín Alfaguara, su autora Claudia Piñeiro no tiene ningún parentesco con el director.

La proyección me hace ver la conexión con “La zona”, cinta mexicana de Rodrigo Plá (2007), protagonizada por Maribel Verdú y Daniel Giménez Cacho, ya que la historia se desarrolla en un lugar similar, una urbanización elitista para gente de dinero custodiada por guardias de seguridad; y con “La tormenta de hielo” (1997), de Ang Lee, protagonizada por Sigourney Weaver, por las difíciles relaciones familiares, tanto de pareja, como paterno filiales en un entorno casi claustrofóbico.

La historia nos presenta a cuatro hombres, sus esposas y sus hijos, de clase alta y en una encrucijada con la llegada de la crisis argentina de 2001. Los personajes verán como se derrumba su idílica vida. Hay diez personajes principales, los cuatro maridos: Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri, Ernesto Alterio y Juan Diego Botto, de los cuales desde el principio sabemos que tres han muerto en la piscina. Sus esposas: Gloria Carrá, Ana Celentano, Gabriela Toscano y Juan Viale más dos adolescentes, Vera Spinetta y Camilo Cuello. Los diez personajes que interpretan nos afinan la visión. Todos están muy bien, pero yo destacaría a la pareja adolescente y a Pablo Echarri, que es Tano, el potentado y líder espiritual del grupo, y Leonardo Sbaraglia que económicamente es su contrapunto y probablemente el mas lúcido.

El título hace referencia a que los jueves los hombres se reúnen para jugar, beber y filosofar, y ellas salen de la zona para cenar y divertirse. Poco a poco iremos conociendo los conflictos de cada pareja y las relaciones que se establecen entre todos, conformando una especie de familia, en una estructura de thriller en la que lo interesante es conocer los motivos que impulsan a todos a sus acciones.

“Las viudas de los jueves” quiere hacernos pensar y si entras en la trama, lo consigue, ya que ante la calma ficticia se esconde una bomba de relojería. Sin duda una buena película más de Marcelo Piñeyro. En taquilla tiene un lugar de encuentro con su público, ya que tanto la historia como el reparto tienen interés. Creo que, además, le beneficiará el boca oreja.

“Las viudas de los jueves”, una vuelta de tuerca más en la cosmovisión de Marcelo Piñeyro, otro ladrillo en el muro.

Artículo: José López Pérez

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