La semana pasada pude realizar una mini vacaciones que me llevaron a recorrer (ida y vuelta incluidas), más de 3.200 kilómetros. Parada obligada en el viaje era la visita a la exposición en el centro Niemyer de Avilés de la exposición / instalación “Luz” de Carlos Saura. Lo primero que me sorprendió fue el escaso público para ser una mañana de julio.
El recorrido de Oviedo a Avilés fue de lo más ameno, casi todo por autopista libre de peaje, estuve escuchando mientras conducía una recopilación de temas del grupo asturiano de Rock & Roll, Stukas que hizo varios discos interesantes en los 80, mientras aparcaba al lado de la estación del Feve (ferrocarril de vía estrecha), sonaban los acordes del tema “Hazañas bélicas”.
“Luz” es una experiencia sensorial, de los sentidos, donde la luz es protagonista para llevarnos a varios territorios, la historia, la fotografía, el cine y varios meses. Es una instalación concebida como un recorrido, donde nos enfrentamos a nuestra memoria sensorial y cultural. El viaje se inicia en la total oscuridad buscando la luz. El cine es un elemento fundamental, aunque la fotografía es el hilo conductor, podemos ver desde cámaras primitivas hasta varias experiencias, desde el fotomatón a la sala con espejos, pasando por elementos pictóricos en los que nos podemos integrar como si formáramos parte de la obra (es increíble el partido que se le saca al magistral cuadro de Velázquez, “Las meninas”).
Montada en varios niveles, “Luz” es una experiencia que recomiendo y que bien merece la pena un viaje a Avilés, donde además podremos disfrutar de la gastronomía.
José López Pérez
Foto: José López Pérez
