CRÍTICA DE LA PELÍCULA “ZIPI Y ZAPE Y EL CLUB DE LA CANICA”: VISUALMENTE POTENTE PERO ALEJADA DE SU FUENTE ORIGINAL

Óskar Santos, quien debutase hace tres años con la fallida “El mal ajeno”, dirige la nueva película basada en los míticos hermanos del tebeo de Escobar, que se estrenará a principios de Octubre.

No es la primera vez que Zipi y Zape saltan a la gran pantalla. Lo hicieron en dibujo animado en 2005 en la floja “Las monstruosas aventuras de Zipi y Zape” y en 1981 de la mano de Enrique Guevara en la horripilante “Las aventuras de Zipi y Zape”, con actores de carne y hueso como en la actual “Zipi y Zape y el club de la cánica”.

En esta ocasión, los mellizos más populares del tebeo español son internados en el Esperanza, un colegio donde los juegos están prohibidos y deben seguir las duras instrucciones de su director, Falconetti. Pronto forman un club con otros niños con la intención de rebelarse de un modo secreto ante las reglas y descubren un gran misterio que se oculta en el colegio.

Desde un punto de vista argumental, esta película sobre Zipi y Zape parece tener más en común con los populares libros de “El club de los cinco” que con los tebeos de Escobar. Ni los mellizos actúan como lo hacían los del cómic ni tenemos aquí a la mayoría de personajes habituales en sus viñetas, como los característicos padres de los hermanos que aquí ni siquiera hacen acto de presencia.

La intención de la película se aproxima más a hacer una cinta para que los niños de hoy disfruten de ella, con aventuras, efectos especiales y una realización cuidada, que a realizar una adaptación del mítico tebeo original, de sus personajes y de su humor. Es comprensible que tratándose de una película orientada al público infantil quieran adaptarse a los tiempos que corren, pero no parece lógico que utilicen personajes conocidos para hacer algo muy distinto a lo que éstos eran en el medio donde se hicieron populares, parece una forma de convencer al público adulto para que lleven a sus retoños al cine a conocer aquellos personajes con los que ellos vibraban de pequeños, para después encontrarse con algo que no tiene nada que ver.

Es por eso que nos encontramos ante una cinta visualmente potente, con un guión bien construido y una historia que puede ser perfectamente disfrutable para el público infantil y resultarle entretenida a sus progenitores, pero es muy posible que estos echen de menos y no reconozcan a aquellos personajes con los que ellos crecieron y sus aventuras y desventuras.

Desde un punto de vista puramente cinematográfico, “Zipi y Zape y el club de la cánica” no tiene nada que envidiar a ciertas producciones extranjeras de aventuras para los más pequeños, pero puede resultar ciertamente engañosa para los adultos y adolece de aquello que hacía tan especiales a los tebeos de Escobar en los que supuestamente se basa.

Puntuación: 5 / 10

Rubén Dorado Díaz