Tras un 2018 en el que ningún autor español ha concursado en la sección oficial de un “big 3” (Cannes, Venecia y Berlín), el panorama de cara a 2019 no parece demasiado prometedor más allá de algún sospechoso habitual.
Repasamos las películas españolas que podrían aspirar a tener presencia en los más importantes festivales de la escena internacional.
Elisa y Marcela, de Isabel Coixet. Según nos avisa un usuario, lo nuevo de Coixet figura en algunas webs de quinielas para la Berlinale. Tiene sentido, ya que la barcelonesa es muy querida en la capital alemana, donde hace cuatro ediciones tuvo el honor de inaugurar la S.O. Elisa y Marcela es una producción de Rodar y Rodar para Netflix, por lo que se podría dar el caso de que los amantes de la gran pantalla se queden con las ganas de disfrutar en salas de este drama romántico basado en hechos reales.
Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar. Una vez más, el manchego tiene cita en la Croisette. En esta ocasión, el hecho de contar en su reparto con nombres como Antonio Banderas y Penélope Cruz supone un plus de glamour muy del gusto del festival de cine más importante del mundo, que tiene una deuda pendiente con uno de sus directores más querido.
Liberté y I Am The Artist, de Albert Serra. Tras ser una de las sensaciones de Cannes 2016 con La mort de Louis XIV, Serra tiene previsto disparar dos películas en 2019. Liberté, que cuenta con participación francesa, gira en torno a la creación de una pieza teatral sobre el libertinaje del siglo XVIII en un gran teatro de Berlín. Por su parte, I Am The Artist aborda el mundo del arte contemporáneo. ¿Supondrá alguna de estas películas su 3ª presencia en Cannes, o demasiado arte y ensayo para el certamen?
Aquello que arde, de Oliver Laxe. El idilio del joven director con el primer festival del mundo es para enmarcar, con pleno en sus dos participaciones: Todos vosotros sois capitanes (Premio FIPRESCI 2010) y Mimosas (Premio Semana de la Crítica 2016). Aquello que arde, su tercer largo, se rodó el pasado Verano en Galicia y la empresa francesa Pyramide, habitual en Cannes, ya ha adquirido los derechos de esta coproducción apoyada por Eurimages, en la que Laxe rueda por primera vez en España. Anotamos esta opción para una de las paralelas (tal vez podría saltar a Un certain regard).
Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar. Aunque fuera de competición, una cinta de Amenábar suele tener presentación internacional por todo lo alto. Por el tipo de peli que es, a Amenábar le iría muy bien una participación en un grande. Aunque en este caso, el tratarse de su historia más “española” supone una ocasión ideal para saldar su deuda con Zinemaldia, donde el director jamás ha concursado.
La trinchera infinita, de Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga. Nos sorprendería -y alegraría- muy mucho contemplar la emancipación de Garaño-Arregi-Goenaga de San Sebastián. Calidad para hacerlo tienen de sobra. Además, creemos que en Donosti solo cabe una peli en torno a la Guerra Civil (también convendría separar estas dos películas en carteleras).
Love me not, de Lluís Miñarro. En la nota de prensa se anunció fecha para la primavera de 2019 tras “su paso por festivales”, un apunte prometedor para la segunda peli de ficción de Miñarro, que en su faceta de productor se ha paseado por las alfombras más importantes del mundo del cine y ya demostró una mirada sorprendente con Stella Cadente. Ingrid García-Jonsson, Francesc Orella, Lola Dueñas y el citado anteriormente director Oliver Laxe protagonizan esta película, ¿posible sorpresa en alguna sección de Berlín-Cannes?
Staff Only, de Neus Ballús. Su ópera prima, La Plaga, pasó -y gustó- por Berlín. Con Sergi López de protagonista, su ambicioso 2º largo en torno a una familia que viaja a un resort de Senegal cuenta con participación francesa y suena como candidata a ser una de las sorpresas del año.
