CRÍTICA DE “ALACRÁN ENAMORADO”, EL DEPORTE COMO REDENCIÓN

ALACRÁN ENAMORADO

  “El deporte como redención”

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Pocas cosas resultan tan gratificantes en una sala de cine como verse obligado a cambiar de opinión sobre un director que te parecía sobre valorado gracias al talento mostrado en su nueva película. Esa sensación la he podido tener con Santiago A. Zannou por su estupendo trabajo en “Alacrán enamorado”, su segunda cinta, tras la mediocre y pese a ello premiada, “El truco del manco”.

“Alacrán enamorado” camina por un sendero mil veces trazado. Su historia trata de una persona que decide apartarse del mal camino al que el odio por su situación familiar y personal le ha llevado y que descubre gracias al deporte – en éste caso el boxeo – una forma de canalizar su rabia, aprender una disciplina y abrirse a otra forma de ver el mundo que le rodea. Como también es previsible, sus antiguos amigos y compañeros skin heads no se lo van a poner tan fácil. Y por supuesto también cuenta con un entrenador que en su día fue un auténtico campeón del boxeo pero que por alguna razón ha terminado sumergido en el alcohol y llevando una vida desgraciada.

Partiendo de un argumento tan trillado resulta complicado imaginarse una película decente, que sepa estar a la altura e incluso un peldaño por encima de otras historias similares que hemos podido contemplar recientemente. Afortunadamente, “Alacrán enamorado” lo está. Esto es así por la dirección de Zannou, por la fantástica calidad técnica del film, con una fotografía, un montaje y una banda sonora por encima de la media de las producciones patrias y sobre todo por el estupendo trabajo actoral. La cinta respira verdad y lo hace porque la interpretación de todos y cada uno de sus actores es estupenda. La capacidad para dirigir actores de Zannou nunca podrá ser cuestionable tras lograr que Miguel Ángel Silvestre actúe bien en una película y hasta resulte creíble recitando versos skin en alemán.

Quienes tienen más papeletas para poder ser mencionados en los Goya, sin embargo, son Álex González, que demuestra estar preparado perfectamente para asumir papeles protagonistas como éste, en el que se deja la piel y transpira verdad, Carlos Bardem, encargado de interpretar el personaje con más aristas de la cinta – que para algo es el autor de la novela en la que se basa – y su hermano Javier, con una papel pequeño pero francamente bien llevado.

En conclusión, “Alacrán enamorado” no supone ningún atisbo de originalidad para nuestro cine a pesar de su valentía – tratando una temática siempre complicada como lo es el nazismo – pero está tan bien realizada, dirigida e interpretada que debería ser una de las apuestas claras para la futura temporada de premios y merece el precio de su entrada, algo que no se puede decir ni muchísimo menos de todos los estrenos de nuestra cartelera.

Valoración: *** y 1/2 ———————   7 / 10

RUBEN DORADO