“UN DIRECTOR ES UN SEÑOR QUE NO SABE HACER NADA” ENTREVISTA A MARCEL BARRENA, DIRECTOR DE ‘100 METROS’

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El director barcelonés Marcel Barrena introduce alma en todas sus historias. Sus dos primeras obras, “Cuatro estaciones” y “Mòn petit”, ganaron sendos Gaudí entre otros premios de relevancia.

Ahora, con más presupuesto, se atreve a rodar una historia inspirada en un hecho real, con la terrible esclerosis múltiple de trasfondo pero dotando el relato de toques de humor y esperanza. “100 metros”, protagonizada por Dani Rovira, Karra Elejalde y Alexandra Jiménez, es la tercera aventura en la que se embarca el director, al que hemos tenido el placer de entrevistar en la ciudad condal.

‘100 metros’ se estrenó en los cines de España el pasado viernes, convirtiéndose en una de las más películas más taquilleras de la cartelera y recibiendo una oleada de comentarios entusiastas del público.

Os dejamos con nuestra entrevista a Marcel Barrena, director de la película ‘100 metros’.

Marcel, ¿cómo llegaste a esta historia?

Yo había hecho un documental  llamado “Mòn petit” que era una historia muy parecida: un chico que le habían detectado leucemia, se quedó en silla de ruedas y a pesar de eso decidió viajar por el mundo sin dinero. Así que hice una película narrando su viaje desde Barcelona a Nueva Zelanda. Es la historia de un personaje mágico que hacía una barbaridad épica y nos mostraba el lado bueno de las cosas. Y a mí esa historia me atrajo tanto que me quedé con la necesidad de contar otra así. Un día me topé con la historia de Ramón y al minuto supe que era esa. Estaba haciendo zapping y me encontré con “El informe Robinson”, que es uno de mis programas favoritos, y me quedé de piedra.
Busqué el teléfono de Ramón (lo cual me costó lo suyo). Al fin lo encontré y le llamé. Al principio él no se lo creía, pensaba que era una broma, hasta llegándome a preguntar si era una cámara oculta de sus amigos (risas). Fui a Madrid a verle y aquí estamos dos años más tarde.

¿Está contento Ramón con el resultado? ¿Ha formado parte activa del proyecto?

Y tanto. Vaya, él ha sido mi socio en todo. Ha leído todas las versiones del guión, ha sido partícipe porque yo le necesitaba y nos hemos hecho amigos. Yo no podía hablar de algo que no conozco. Esto es un tema que no sólo lo hablé con él, sino con neurólogos, pacientes, asociaciones. Todos se han implicado en la película, todos han estado a tope y Ramón, que además es un gran orador y tiene mucha empatía, ha ayudado a Dani, me ha ayudado a mí, al equipo, ha venido al rodaje, hace dos cameos… Ha sido parte fundamental. Y además, él ha tenido dos años malos de salud y siempre dice que esto le ha dado una energía extra tanto a él como a su familia.

¿Cómo llegaste a pensar para los papeles en Dani Rovira, Alexandra Jiménez y Karra Elejalde?

Yo a los actores de entrada ya los considero muy buenos y muy preparados, y un actor no hace sus diálogos ni sus películas, un actor es un profesional que le ofrecen papeles que aceptan o no. Yo creo que en el caso de Dani Rovira es un actor que hace reír, tiene una inteligencia emocional que sabe cómo tocar el alma al otro porque es emoción, es empatía, y si lo sabe hacer desde ese nivel, podrá hacerlo desde otro. Y yo no he descubierto nada. Mira Robin Williams, que ganó un Oscar por “El indomable Will Hunting” y era famoso por hacer monólogos y comedias; o Tom Hanks, que ganó el Oscar por “Philadelphia” y hacía mucha comedia romántica; o Charles Chaplin, que hizo drama… Entonces podemos decir que yo no he inventado nada, hace 80 años que se hace y Dani Rovira es un superdotado.
Lo que pasó con Dani es que en la primera versión del guión su personaje era mayor,  era la edad que tenía Ramón cuando empezamos. En ese momento no pensé en Dani, claramente. Con respecto a Karra sí que entró directamente, fue la primera y última opción, y Alexandra Jiménez a mí parece la mejor actriz del mundo o una de ellas. Nos dijeron desde el primer día que sí y además cancelaron muchas cosas para poder estar aquí, así que las gracias eternas. Un día a Karra se le iluminó la bombilla, que coincidió cuando yo quería bajar la edad del protagonista, y propuso a Dani.

Tal como nos comentó Karra, en la vida real su personaje no existe.

Cuando  hablé con Ramón por primera vez, mis preocupaciones eran dos: primero, pensaba que la idea de una película ya se la habían ofrecido. Y por suerte no fue así. Segundo, estaba preocupado porque Ramón Arroyo no es alguien que se dedique al cine y yo le quería explicar que quería hacer una película inspirada en su vida, no quería un biopic al uso, quería cambiar muchas cosas. Me dijo que sí, que adelante, que lo importante es que se hablara de la enfermedad, de la gente que no se atreve a dar los pasos para hacer su Ironman particular. De esto último va precisamente “100 metros”, que intenta ser un canto a la esperanza y a la vida y da igual lo que se intente, es el camino hacia ello. Que nadie piense que la película quiere que las personas con esclerosis múltiple vayan a hacer un Ironman. Por favor, que nadie lo entienda así  porque no va de eso. Estamos hablando de buscar tu reto, da igual que sea un Ironman que hacer una peli o ir a por el pan… Mientras sea un reto factible hay que luchar. Si el personaje de Dani Rovira no hubiera conseguido el Ironman no hubiera pasado nada porque lo importante es el camino.

Alexandra Jiménez nos comentaba antes que eres un director que les da mucha confianza y mucha libertad. Háblanos de tu trabajo con los actores.

Yo no trabajo haciendo castings, yo intento ver todo el cine, todo lo que puedo y quiero pensar que conozco el trabajo de los actores. Cuando confío en Alexandra sé lo que es capaz de hacer, entonces le marco unas cosas, las hablamos entre los dos y cada uno busca su trabajo, pero no sólo con los actores sino también con los técnicos. Un director es un señor que no sabe hacer nada. Él tiene claro el mensaje de cómo quiere que sea la película y se intenta rodear de gente que en cada parcela es mucho mejor que él. Naturalmente yo no sé llevar la cámara ni poner un filtro como hace Xavi Jiménez, que es uno de los mejores directores del mundo de fotografía. Mi trabajo es motivarle para que él haga la mejor fotografía. Hay que motivar al personal para que den lo mejor y además con una película que hemos intentado ser tan sensibles y tan rigurosos. Si se hacen propuestas que a mí no me convencen pues digo de buscar otras pero lo más inteligente que puede hacer un director es escuchar a la gente porque luego el mérito es para todos, así que es absurdo no dar libertad.

La película recuerda en ciertos momentos a  la película “Intocable”.

Cuando intenté levantar el proyecto hablaba de una película basada en un hecho real, con una enfermedad de trasfondo y con toques de comedia. Y encima con Dani Rovira de protagonista. Puedo entender que cuando se vio el tráiler mucha gente pensó “¿Pero qué coño es esto?”. Yo creo que la película es mucho mejor que el tráiler. Yo cuando levanté la película con financiación, reuniones y demás, para ser muy gráficos hablaba de “Intocable”. Luego tiene muchos paralelismos totalmente casuales, como por ejemplo Omar Sy, el actor, que era un famoso monologuista en Francia. Son cosas que pasan y están ahí. Cada peli va por su lado, pero es un buen referente y hay muchos más. Si recaudamos un 10% de lo que ha hecho “Intocable”, te invito a dos mariscadas.

“Mòn Petit” fue un documental propiamente dicho. ¿Es “100 metros” tu primer largometraje?

En 2010 hice la tv-movie “Cuatro estaciones “ con Leticia Dolera y David Verdaguer, que fue muy bien y llegó a ganar el Gaudí. Fue una película muy especial para mí porque teníamos cuatro duros, la gente no cobró casi nada, mis amigos vinieron a hacer de extras… Fue una película que me enseñó muchas cosas. Había esa alma que luego yo traspasé a “Món petit” en otro formato y la misma alma que aquí en “100 metros” pero con veinte veces más de presupuesto.

¿Tienes ya en mente el siguiente proyecto?

Si esto funciona bien, tendremos más fuerza para hacer otra cosa así. Hay que elegir bien porque yo no tengo ninguna ambición de hacer cuarenta películas, yo he sido cinéfilo toda mi vida y por lo tanto lo respeto muchísimo todo esto. Yo no voy hacer una película cada año, porque en este corto espacio de tiempo no puedo darle lo que le he dado a “100 metros”, a “Mòn petit” o a “Cuatro estaciones” con la que estuve siete años. Intento que cada una sea especial  y no puedo encontrar una historia tan especial como la de Ramón cada año.

En las quinielas de premios suena “100 metros”.

Me hace muchísima ilusión. He tenido la suerte de ganar premios muy gordos pero también he perdido un Goya. Por lo tanto, tienes que mantener la distancia con estas cosas porque sabes cómo funcionan. Cuando pierdes sabes por qué, pero cuando ganas no lo piensas. Si nos dan premios, encantado, pero este año es muy complicado. Yo no recuerdo un año más heavy en cuanto a competencia en el cine español. Así que claro que me gustaría ganar, porque el que te diga que no, miente. Lo que creo que puede llegar a pasar, y que a mí me haría muy feliz, es que la gente vaya al cine porque eso sí es un premio. Porque un premio no te da taquilla. Puedes ganar en San Sebastián pero no se entera ni Dios, nos enteramos nosotros que nos dedicamos a esto.

Gabriela Rubio

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