Viendo que el miércoles, día del espectador, se ha convertido en el día que más espectadores acuden a los cines, creo que está claro que el precio es una razón muy importante para que el público español haya dejado de ir al cine. Además, con el nuevo invento de las películas Premium, cuyas entradas cuestan un euro más que el resto los dos primeros fines de semana en la cartelera, más la mala decisión de la distribuidora Warner de poner sus películas más caras que el resto, está provocando, aparte de que está dejando de ser la opción de ocio preferida de los españoles, ya lo hemos comentado por aquí numerosas veces, que los cines se queden vacíos toda la semana excepto los miércoles y los sábados.
Una prueba de esto que cuento es saber que ayer, miércoles, los cines recaudaron 3,3 millones de euros y acudieron a las salas más espectadores que durante todo el fin de semana. Además, otra prueba es saber que “Mascotas” batió el miércoles anterior el récord de recaudación en el día del espectador 2016 con una taquilla de 1,8 millones de euros.
Con todo esto, ¿quién osa a decir que el cine no es caro en nuestro país? Mas cuando la mayor parte de la población, la clase media y baja, lleva sufriendo una crisis galopante desde hace casi prácticamente una década.
Estoy cansado de repetirlo: o se hace algo pronto, o el mercado cinematográfico en nuestro país se hundirá hasta unos niveles que provocarán que no sea rentable estrenar en salas para algunas distribuidoras. Esta petición sobre todo va dirigida a las exhibidoras y distribuidoras que operan en España. ¡Hagan algo ya! O a este muerto no habrá quién lo reviva.
