CRÍTICA DE LA PELÍCULA “VALERIA DESCALZA”: LOS CAMINOS DEL AMOR.

Coproducción entre España y Cuba, “Valeria descalza” es un film intimista que se estrenará en nuestro país el próximo viernes, con 6 copias. Representa el retorno a la dirección de Ernesto del Río. Rodado entre Bilbao y La Habana. Es un film de actores, donde hay cinco protagonistas. Un veterano arquitecto cubano, dos muchachas de esta misma nacionalidad y una pareja vasca en crisis. Él trabaja como guía turístico en Cuba y fotógrafo ocasional en España. Ella, una antigua cantante que sigue componiendo canciones. Son historias cruzadas en el paisaje cubano.

El amor, el sexo, la redención y la asunción de los retos forman parte de los temas fundamentales de la función.

Valeria es una muchacha que pasa penurias económicas y pretende ser cantante profesional. Ella será el motor de las relaciones de los demás personajes. La música tiene gran importancia, destaca la canción “Descalza”.

La narración es algo inconexa, sutil, pero en algunos momentos demasiado alejada. Los personajes están apuntados, a la búsqueda de la complicidad del espectador.

La película es arrítmica, muy lenta en su inicio, va buscando el tono, el ritmo.

Entre los actores destaca la debutante Gabriela Grifith y junto a ella la vasca Maiken Beitia. El veterano Rubén Breña tiene un par de escenas de lucimiento.

                                       José López Pérez

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