
La película “Frontera”, de Judith Colell, ha celebrado su premier mundial en la 70º edición de la Seminci, con parte de su reparto en el Teatro Calderón: Miki Esparbé, María Rodríguez Soto, Asier Etxeandía, Bruna Cusí, Jordi Sánchez y Kevin Janssens.
Sobre su incursión por primera vez en un género como el thriller de época, la directora ha comentado: «No había hecho época antes ni había tenido un presupuesto tan grande. Para las mujeres siempre es más complicado acceder a estos espacios y, por ello, suelo hacer películas más intimistas. Se trataba de salirme de mi zona de confort, pero era una historia que sentía que merecía ser contada porque dialoga mucho con el presente».
Colell ha señalado que uno de los retos más grandes fue el trabajo de documentación: «No hay tanto escrito sobre el tema, pero sí que encontré artículos y libros que hablan de los pasadores. Todo ese material fue muy interesante, descubrí historias fascinantes de personas, algunas incluso cercanas a la familia Franco, que ayudaban a la gente a huir de los nazis».
Además, ha exaltado la labor del equipo artístico en departamentos como el diseño de vestuario, la dirección de arte, el diseño sonoro o la fotografía, en aras de lograr una ambientación idónea: «Jugamos con la oscuridad de esa época, tanto literal como simbólica. En esa zona a veces no tenían luz eléctrica y esto iba muy bien para representar el miedo, ese estado constante de alerta y amenaza, de no saber qué está pasando en el propio pueblo ni quiénes vienen del otro lado de la montaña. Era un trabajo con lo que vemos y no vemos, lo que oímos y no oímos».
Colell ha definido a este pueblo de los Pirineos como un pequeño microcosmos, que plantea un puente interesante con las actitudes que asumimos ante el horror en el mundo contemporáneo: «Hay gente que quiere denunciar y ayudar sin dudarlo. Pero también hay una zona gris con aquellas personas que quizás en un principio miran hacia otro lado, pero luego se dan cuenta de que tienen que ayudar también, aunque eso signifique poner sus vidas en peligro».
El retrato de ese estado de alerta también se logró, en gran parte, gracias al trabajo interpretativo. A propósito, Miki Esparbé, quien lidera el elenco junto a María Rodríguez Soto, ha comentado: «Los personajes viven con un miedo latente, pero entienden que ayudar no es una opción, sino que es su naturaleza, su forma de entender la vida. Es bonito ver el acercamiento entre este matrimonio y entender sus gestos de cariño, las miradas compartidas, como una extensión de la necesidad compartida de hacer el bien». Y ha añadido: «La película es un llamado a la acción en tiempos de barbarie y, al mismo tiempo, es un mensaje de esperanza. Gracias a gente como la de este pueblo se han salvado y siguen salvando muchas vidas».
Una idea que comparte Asier Etxeandía, cuyo personaje en Frontera es uno de los más complejos: «No puedo decir mucho de mi personaje porque sería un spoiler, así que solo diré que lo interesante de los seres humanos, lo más bonito de todos, es que nada es lo que parece. Todos somos víctimas de una guerra, da igual el bando en el que estés».
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