
Nos informan que el director valenciano de ascendencia china y libanesa Joecar Hanna ha hecho historia al convertirse en el primer español en ganar el premio al Mejor Cortometraje Internacional en la sección competitiva del Festival de Toronto (TIFF), uno de los certámenes más influyentes de la industria del cine.
Con “Talk Me”, su segundo cortometraje tras “Deliver Me”, Hanna consolida una carrera internacional prometedora, que ya había despegado con su selección en Cannes el pasado mes de mayo. El filme, rodado íntegramente en localizaciones de la Comunidad Valenciana y producido por Spike Lee, Build From the Roof y Turanga Films, será distribuido en España por Marvin&Wayne.
Joecar Hanna ha subrayado el significado del premio a esta metáfora sobre el dolor de la identidad mixta: “Estoy muy agradecido al TIFF por apoyar este corto sobre el absurdo de las convenciones sociales alrededor de la pertenencia y la comunicación entre humanos que se perciben como diferentes, pero que realmente no lo son”.
El corto de 20 minutos de duración se rodó íntegramente en localizaciones de Valencia, Port de Sagunt, el Grau Vell y Alginet. Sus personajes alternan de una manera orgánica los idiomas castellano, valenciano, catalán, cantonés y fang. En el cortometraje participan los actores Carlos Gorbe (Escape, La ruta) y la actriz Melanie Smith.
En opinión de su creador, Talk Me aborda un tema crucial en la actualidad, ya que muestra cómo la invención de supuestas diferencias alimenta guerras y odio entre personas que se concentran en lo que las separa y olvidan los puntos que tienen en común.
“Mi pequeña aportación invirtiendo normas para verlas con otra perspectiva es lo que espero que ayude a la gente a ver lo absurdo que son a veces las jaulas en las que nos metemos, simplemente porque las hemos heredado, o peor, que hayamos aprendido como algún tipo de dogma”, ha valorado Hanna, que también protagoniza y firma el guion de este drama distópico.
¿De qué va?
Talk Me transcurre en un mundo alternativo al nuestro, donde las interacciones sexuales son encuentros casuales y rutinarios que forman parte de la socialización, mientras que la conversación auténtica se ha convertido en un acto íntimo y prohibido.
Su protagonista es un mestizo atrapado en un matrimonio sin pasión, que encuentra una vía de escape a través de la música. Escuchar y cantar canciones es, de hecho, un hábito considerado una infidelidad emocional, ya que supone un acceso a las palabras que nadie puede compartir abiertamente.


































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