CRÍTICA DE LA PELÍCULA “ENTRE ABRIL Y JULIO” (2002): ÓPERA PRIMA DE AITOR GAIZKA EN LA QUE MOSTRABA SUS CREDENCIALES

Ver las películas de un cineasta en diferente orden a como fueron rodadas puede provocar alguna distorsión o sensación peculiar. Esto viene a cuento dado que he visto “Entre Abril y Julio”, ópera prima de Aitor Gaizka, después de “The symmetry of love” (2011).

Lo primero que hay que comentar de “E.A.Y.J” es que su título es muy original y tiene doble sentido, nos habla de la época del año en la que sucede la acción y también de los dos protagonistas. Fue la primera película rodada y estrenada en España en digital.

El guión, que también firma Gaizka, nos muestra a varios personajes en la ciudad de Madrid, cada uno tiene su propia visión del amor, de la vida. La soledad, el destino, la incomunicación y la superación son algunos de los temas que trabaja Aitor con acierto. “Entre Abril y Julio” es un film a recuperar.

Estamos ante una película de actores y en ese sentido el casting es excelente. Los protagonistas Javier Albalá y la argentina Marina Seresesky demuestran estar muy compenetrados y tener mucha química, sus registros su muy sutiles. Pilar Punzano derrocha energía. Roberto Enríquez tiene varios momentos de comicidad y da buena réplica a Pilar. Rebeca Jiménez tiene un personaje vitalista y que deja momentos de humor. También aparecen en pequeños papeles Adolfo Fernández e Irene Visedo.

La película nos cuenta la historia de Julio, hace un programa de Radio nocturno. Recuerda a algunos personajes del gran Alan Rudolph (“Choose me”, “Trouble in mind”). Julio sigue manteniendo relación con una antigua novia que es presentadora de un programa de televisión de éxito, personaje de Pilar Punzano, que se va a casar en breve con un ginecólogo de éxito. Un día de forma casual en la consulta de su futuro esposo ve a una mujer (Abril) y rápidamente percibe que es la mujer ideal para Julio. Intentará que Abril y Julio se conozcan. Abril es una mujer argentina de paso por España para superar dos trances complicados.

Martina es uno de los descubrimientos de la película, hace un gran trabajo y es una de las claves para que el film funcione. Javier Albalá (Ginebra, 1969) es un actor que se prodiga poco, hace poco hemos podido verlo en la serie de TV “Pelotas”, de Juan Cruz y Pepe Corbacho. En “Entre Abril y Julio” tiene varias escenas de gran lucimiento, fundamentalmente en la boda, en la radio y en sus charlas con el personaje de Pilar. Los dos protagonistas están en estado de gracia.

Hay alguna escena algo forzada, probablemente para intentar cambiar el tono y por momentos los diálogos son muy literarios, en otros destacan por su espontaneidad, forman un conjunto que busca el equilibrio.

Esta ópera prima de Aitor Gaizka demuestra que es un cineasta a seguir y que tras “The Symmetry of love” se hace evidente que con un poco de suerte y apoyo de los medios, puede sorprendernos muy positivamente próximamente. Resulta increíble que su última película tuviera tan poco apoyo y estuviera en cartelera tan poco tiempo (algo que impide el boca oreja) y en tan pocas salas.

                                José López Pérez

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