Mi compañero Óscar TA ha publicado esta mañana un artículo con la recaudación de cada una de las películas españolas exhibidas en cines durante 2019, con 37 millones de euros acumulados, cuando el año pasado el global en el primer semestre del año fue de 51,2 millones gracias al taquillazo inesperado de “Campeones”, de Javier Fesser. Sin embargo, esto fue algo inusual, porque el cine español, como todos sabemos, deja todo armamento para el último cuatrimestre del año. Así, por ejemplo, en 2017 el acumulado durante los 6 primeros meses del año sólo fue de 32,9 millones y en 2016 de 28 millones de euros. El verdadero problema que tiene nuestro cine para lograr llegar a la meta de los 100 millones de euros de taquilla este curso es que Telecinco Cinema sólo estrenará dos de sus producciones en 2019. Por un lado, “Lo dejo cuando quiera”, de Carlos Therón, la producción española más vista del año con 11,2 millones de euros de recaudación, y, “Si yo fuera rico”, de Álvaro Fernández Armero, que llegará a los cines, cómo no, en el último trimestre del año. De este modo -estoy un poco negativo hoy-, creo que será misión imposible para nuestra pequeña industria lograr estos números porque, además, las películas que faltan por estrenarse no son muy comerciales salvo “Padre no hay más que uno”, de Santiago Segura; “Mientras dure la guerra”, de Amenábar; “Intemperie”, de Benito Zambrano; “Quien a hierro mata”, de Paco Plaza; “Los Rodríguez y el más allá”, de Paco Arango; “El guardián invisible 2”, de Fernando González Molina; “El silencio de la ciudad blanca”, de Daniel Calparsoro; y “La trinchera infinita”, de Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga.
Otras películas que pueden lograr números significativos, pero no creo que superen el millón de euros son “Vivir dos veces”, de María Ripoll; “El cuento de las comadrejas”, de Juan José Campanella; “Invisibles”, de Gracia Querejeta; “Diecisiete”, de Daniel Sánchez Arévalo; “El plan”, de Polo Menárguez; “El asesino de los caprichos”, de Gerardo Herrero; “El silencio del pantano”, de Marc Vigil; y “Madre”, de Rodrigo Sorogoyen.
En definitiva, no lo veo…
