MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA PREMIOS GOYA 2019. PROS Y CONTRAS EN LA CATEGORÍA MÁS REÑIDA

La categoría de actriz principal nos deparará este sábado una de las batallas más emocionantes de la velada del cine español. Cuatro nombres ilustres y a su vez muy dispares, todos ellos con opciones de estar escritos en el sobre que permanecerá lacrado hasta el la parte final de la gala.

Estos son los pros y contras de las nominadas al premio Goya 2019 a mejor actriz protagonista (repasa el resto de análisis de nuestro especial nominados AQUÍ).

PENÉLOPE CRUZ, por Todos lo saben

11ª nominación / 3 Goyas

A favor: Desde que con su Raimunda de “Volver” diera un puñetazo encima de la mesa, ya sabemos que pocas actrices lloran mejor que Penélope Cruz. En “Todos lo saben” demuestra su poderío dramático clavando la angustia y desesperación ante la desaparición de una hija. El dolor que transmite en su recreación de madre sufridora traspasa la pantalla y con su visceralidad sustenta sobre sus hombros la culebronesca trama. Es capaz de pasar del aura luminosa que desprende en las escenas iniciales en el pueblo, donde derrocha naturalidad, a destapar su lado más oscuro con una dolorosa confesión que pretende atacar directamente al corazón de su ex pareja. Si con interpretaciones tan cuestionables como “Loving Pablo”/”La reina de España” o películas tan flojas como “Ma ma” o “Volver a nacer” consiguió optar al Goya, ¿quién se atreve a apostar a que ahora con un papel tan potente en una de las cintas del año no escalará un nivel y se alzará con el galardón?

En contra: El punto débil de su interpretación es su acento argentino, que va y viene durante la película. No es ningún secreto los prejuicios que gran parte del público español tiene hacia la actriz, que en caso de ganar, se colocaría en el Olimpo de las más premiadas de la Historia. ¿Sería ponérselo demasiado fácil a las hordas de haters que sistemáticamente critican a los Goya sin verlos?

LOLA DUEÑAS, por Viaje al cuarto de una madre

5ª nominación / 2 Goyas

A favor: Es una actriz que siempre desprende veracidad, aquí estupenda en su depresión mal curada y en la cadencia de sus frases. Dentro del minimalismo de su tristeza, nos conquista en el momento más extravagante de su interpretación, cuando se hace pasar por su marido para cancelar una línea telefónica. Tradicionalmente Dueñas ha contado en los Goya con un factor también importante, que es la suerte. En sus dos anteriores nominaciones como protagonista, tuvo la fortuna de que coincidieran en posiblemente las dos ediciones más flojas en esta categoría en lo que llevamos de siglo, lo que ayudó a que Lola se llevara los dos Goyas a casa. Este año los hados nuevamente la han favorecido al ser relegada la interpretación del año -Llorach- a la categoría revelación, así como con la escabechina que se produjo en la categoría. Las sorprendentes omisiones de la favorita Bárbara Lennie, o de la que partía con el hasta ahora casi infalible reconocimiento del Festival de Málaga, Alexandra Jiménez, han contribuido igualmente a allanar su camino. Podría decirse que hasta las estadísticas están de su parte: tres de las cinco últimas ganadoras en esta categoría lo fueron por óperas primas. Y para los más supersticiosos: en sus dos anteriores victorias como protagonista, también coincidió con Penélope Cruz en el cuarteto nominado.

En contra: Dueñas se ha especializado en papeles de mujeres conformistas, bastante solas, y que respiran cierta melancolía. Realmente su trabajo no aporta demasiada novedad a lo que ya nos había ofrecido en papeles como “No sé decir adiós” o “Volver”. Frente a algunos papeles de sus rivales verdaderamente épicos y contundentes, aquí Dueñas es testigo de una sucesión de situaciones rutinarias en la que todos los personajes que no sean el de Castillo y el suyo no importan absolutamente nada.
El tono de la película, con demasiados minutos de whatsapps y ratos frente al televisor acaba resultando intrascendente y anodino.

NAJWA NIMRI, por Quién te cantará

3ª nominación / 0 Goyas

A favor: Regresa a los Goya 17 años después de su última presencia, al más puro estilo Lila Cassen. El papel le viene como anillo al dedo: una enigmática diva de la canción de frío porte. Y además, el momentum para premiar a Najwa es el idóneo, tras el subidón de popularidad que ha experimentado gracias a su malvada Zulema de “Vis a vis”. Sin embargo, frente a la fortaleza de su personaje televisivo, aquí consigue que la veamos desvalida, ofreciendo una interpretación de estilo lacónico en la que transmite todo el desconcierto de su personaje, y en su contención de gestos y el vacío de su mirada, comprendemos lo perdida que está. Cuenta con un monólogo final de lucimiento al más puro estilo de las revelaciones que tanto le gusta insertar a Almodóvar en sus películas . Y aunque tal vez ni ella misma sea consciente de su ¿involuntario? toque cómico, nunca la entonación de un “Hola!” o un “Shakira” sonó tan gracioso.

En contra: En cuanto se conocieron los primeros detalles del nuevo proyecto de Carlos Vermut, Najwa fue proclamada entre los cinéfilos como primera e indiscutible favorita al próximo Goya a la mejor actriz. Quién nos iba a decir que una desconocida actriz iba a ser realmente el foco de atención de la película. Por encima de que su interpretación es algo plana, el principal hándicap de Nimri en los Goya no es otro que el extraordinario trabajo de Eva Llorach, que la ha eclipsado en gran medida. Inma Cuesta tras “La voz dormida” podría dar fe de lo que puede ocurrir en esta categoría cuando tu compañera revelación te roba la película.

SUSI SÁNCHEZ, por La enfermedad del domingo

2ª nominación / 0 Goyas

A favor: Su victoria serviría como homenaje a todos aquellos actores, verdaderos sustentos de cualquier cinematografía, que pese a su solvencia demostrada en infinidad de películas, nunca han podido contar con un rol protagonista. A la veterana Susi Sánchez le ha llegado a los 64 años el papel definitivo de su carrera y como siempre, está espléndida. Entre la frialdad con la que se enfrenta al reencuentro con la hija a la que abandonó y la prueba definitiva de amor verdadero que supera al final, queda la construcción de un personaje a base de miradas y silencios. Un trabajo desnudo que desprende sensibilidad y elegancia, en el que cada detalle cuenta para entender los sentimientos removidos durante la convivencia. El Goya también resarciría en parte la ausencia de Bárbara Lennie y reconocería el vínculo tan especial que termina forjándose entre sus personajes.

En contra: Al lado de las otras dos madres amorosas con las que compite por el Goya, su Anabel, que abandonó a su hija cuando sólo tenía 8 años, resulta inevitablemente antipática. En los últimos 20 años ha habido otras 9 actrices que han competido en esta categoría representando la única nominación de su película. Ninguna de ellas consiguió hacerse con el premio. A la poca fuerza de su película se le une que es la única de las aspirantes que llega a la gala sin ninguna presencia en los precursores previos, habiendo sido omitida de las nominaciones de Forqué, CEC, Feroz y Fotogramas de Plata.

JAVIER CASTAÑEDA