Tal y como informa El Confidencial, el Anuario de Estadísticas Culturales publicado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte nos da una idea del inmenso desnivel entre la media del presupuesto de una producción española y lo que recauda en cines.
Según datos del 2013 (a considerar que hablamos del peor año de los últimos tiempos), el coste medio de una producción española ese año -en el que se estrenaron 231 títulos patrios- fue de 2,6 millones de euros. Sin embargo, la recaudación media lograda en el mercado español -no se incluye las cifras en el mercado internacional- es de 182.685 euros.
Son cifras para reflexionar; pero engañosas a la hora de valorar la rentabilidad de nuestro cine, ya que no hay datos sobre las ventas internacionales, televisiones o el DVD. Asímismo, de esos 231 títulos, muchos corresponden al género documental cuya presencia en cine es testimonial y por tanto desvirtúan la cifra. Hay varios ejemplos ese año –Encierro 3D se vendió en plataformas de televisión y DVD de todo el mundo- de documentales más que amortizados.
Como consuelo, los números del 2014 mejorarán radicalmente debido al descenso de estrenos españoles y el éxito histórico de recaudación en taquilla. Pero de nuevo surge el eterno debate del cine español y la rentabilidad.