“Ander” fue la ópera prima del joven realizador vasco Roberto Castón. Una sobria historia de temática gay, multipremiada y presentada por todo el mundo como pocas películas españolas pueden presumir en su historia. Con la crítica francesa o de la Berlinale (donde se llevó el premio CICAE) a sus pies, en España pasó totalmente desapercibida.
Para quienes no hayáis tenido la oportunidad de descubrirla, quizá os anime su trailer, personalmente de los más impactantes que he visto jamás.
Tras muchas vicisitudes a la hora de financiar su último proyecto, por fin se ha rodado “Los tontos y los estúpidos”, drama de autor que protagonizan Roberto Álamo, Aitor Beltrán, Josean Bengoetxea, Nausicaa Bonnin y Cuca Escribano.
Por los datos que van apareciendo, pinta bastante bien y de nuevo parece tener un carácter marcadamente “festivalero”.
Os dejo con el argumento.
Un grupo de profesionales del cine entra en un plató para, a lo largo de un solo día, leer/ensayar/contar/vivir la historia de “Los tontos y los estúpidos”. Sentados alrededor de una mesa y siguiendo las indicaciones del director (interpretado por Roberto Álamo), los actores nos presentan el proceso de creación de los personajes y de cómo mediante los ensayos, las indicaciones, la iluminación o el atrezzo, lo que al principio no era más que una historia plasmada en un guión se convierte en una película, en cine, esa gran ilusión óptica, ese engaño visual que nos permite disfrutar de las historias que vemos en la pantalla. Mario (Josean Bengoetxea), Paula (Cuca Escribano) Miguel (Aitor Beltrán) y Lourdes (Nausicaa Bonin) fingen, representan, aparentan, esconden sus defectos y carencias, engañan y se autoengañan. Unos, para que todo cambie y al final todo siga igual. Otros, se hartarán en el camino de tanta mentira y actuación y apostarán su felicidad a una sola carta. Y es que no es lo mismo ser tonto que ser estúpido.
Página de Facebook de “Los tontos y los estúpidos”.
