REFLEXIONES SOBRE LOS PREMIOS GOYA, ¿VEN LOS ACADÉMICOS TODAS LAS PELÍCULAS NOMINADAS?

Nueva lectura de las nominaciones a los Premios Goya y se constata lo de cada año: los académicos ven 5 ó 6 películas, no más. Previsible selección -tal vez lógica- pero en cualquier caso jamás cumple su labor de reconocimiento y de necesario espaldarazo para algunos títulos que lo necesitan (y merecen).

En esta ocasión la damnificada ha sido “Una pistola en cada mano”, de Cesc Gay, con una sola raquítica nominación. Se trata del título que mejor sabor de boca y comentarios ha generado, cuya excelente conducta en taquilla –tratándose de un proyecto menor con nulo soporte-, ha ido manteniéndose gracias al boca – oreja generado. En definitiva, una película desconocida para el gran público, a la que sí habría beneficiado su presencia en los premios y atraído a un público no cinéfilo que seguro habría encajado gratamente el “descubrimiento”.

En lugar de eso, se reparten todo el pastel cintas hiper-taladradas, agotadas y que el público ya ha rechazado, como “Blancanieves” y “El artista y la modelo”, o las también exprimidas “Grupo 7” y “Lo Imposible”.

Podríamos extender el caso a la excelente y también ninguneada “El mundo es nuestro”, aunque ya sería rizar el rizo.

Luego está otro clásico en las nominaciones a los Goyas, que son las categorías técnicas que sirven para engrosar la nómina de los cuatro títulos protagonistas y que me reafirma en mi teoría de “soy académico y sólo he visto 5 ó 6 pelis”. Esto da lugar a nominaciones peregrinas como “mejor vestuario” a “Grupo 7” en perjuicio de “Miel de naranjas” o “Adiós a la Reina”; o “mejor maquillaje” para “El artista y la modelo” o la propia “Grupo 7”, obviando trabajos como “REC 3 Génesis”, que al parecer tampoco tiene mejores efectos especiales que … “Blancanieves”…

En fin, todo ello desemboca en una corriente de descrédito, cada vez mayor, entre los seguidores del cine español.

Óscar T.A.