FIN DE RODAJE DE “UN AÑO, UNA NOCHE”, DE ISAKI LACUESTA, TRAS 7 SEMANAS DE GRABACIONES EN BARCELONA Y FRANCIA

Esta semana ha terminado el rodaje de “Un año, una noche”, el nuevo trabajo de Isaki Lacuesta (“Entre dos aguas”, “La próxima piel”), una adaptación al cine del libro “Paz, amor y Death metal”, de Ramón González, superviviente del atentado terrorista en la sala de conciertos Bataclán de París. El rodaje de esta película ha durado 7 semanas, 4 grabando en diferentes localizaciones de Barcelona y otras 3 en Francia. Su guion es obra de Fran Araújo, Isa Campo e Isaki Lacuesta.

En su reparto aparecen Nahuel Pérez (El profesor de persa, 120 pulsaciones por minuto), Noémi Merlant (Retrato de una mujer en llamas, Curiosa), Quim Gutiérrez (Ventajas de viajar en tren, Primos) y Alba Guilera (Trauma), que interpretan a las dos parejas protagonistas. A través de ellos, conoceremos los cuestionamientos éticos, relaciones personales y traumas a los que deben hacer frente, un año después del trágico atentado. Completan el elenco del film la actriz Natalia de Molina (Las niñas, Adiós) y el cantante C. Tangana, que debuta como actor.

Se trata de una coproducción internacional de Mr Fields and Friends, Bambú producciones, La Termita Films y Noodles production (Francia), que cuenta con la participación de TVE, Movistar+, TVC, más el apoyo de ICAA, ICEC y Eurimages y la distribución de BTeam Pictures.

¿De qué irá?

“Un año, una noche” es la historia de Ramón y Céline, una joven pareja que asiste al concierto de Bataclan la noche del 13 de noviembre de 2015. Durante el asalto terrorista Céline y Ramón logran llegar por separado al camerino de los músicos y se refugian allí durante horas hasta su liberación. Consiguen salvarse, pero al salir ya no son los mismos. Y no saben si podrán volver a serlo.

Esa noche que cada uno vivió de manera diferente deja una profunda huella en sus vidas y les carga con una identidad inesperada de víctimas que cada cual sobrelleva como puede. Céline con una huida hacia delante, rechazándola, aferrándose a su vida previa y Ramón con un volver repetidamente a ese instante, para atraparlo y soportarlo y enfrentarse a una pregunta clave: ¿cómo quiere vivir en adelante?

En el año posterior al atentado, la pareja intenta resincronizarse, volver a estar conectados como antes de aquello que nunca deberían haber vivido.