CRÍTICA DE “LA REINA DE ESPAÑA”, LA EVOCACIÓN NOSTÁLGICA DE TRUEBA

la-reina-de-espana

Fernando Trueba rehusa el término “secuela” a la hora de referirse a “La Reina de España”. Pero queridos, sí tiene mucho que ver con la historia iniciada con “La niña de tus ojos” hace casi veinte años. De hecho lo tienen todo que ver. Y eso no es bueno, sino fantástico.

“La reina de España” logra transportarnos de vuelta a ese ambiente logrado en “La niña de tus ojos” pero en otro contexto posterior, en este caso en el año 1956 mientras se rueda una película sobre Isabel La Católica. Nos situamos en la época en la que España se encuentra en el “desbloqueo” y los americanos viajan a nuestro país para rodar las primeras películas, como por ejemplo “Alejandro Magno”, de Robert Rossen.
El año 1956 no sólo implicó cambios para España, sino en todo el mundo. Como en Francia, donde se inició la Nouvelle Vague.

Una vez nos sitúa la película, comienza la historia en el set de rodaje del film sobre Isabel La Católica, volviéndonos a reencontrar tras 18 años con los mismos personajes de “La niña de tus ojos”. Y aquí estamos ante una de los grandes aciertos de esta película: sus personajes y por supuesto los actores que los interpretan.

Penélope Cruz vuelve a encarnar a la estrella de cine Macarena Granada, papel con el que la actriz madrileña con el se siente como pez en el agua. Penélope enamora a la cámara y vuelve a convencer al público que ya conquistó en 1998 en la Alemania nazi, enseñando a los extras alemanes a dar palmadas. A su lado brillan, y no con menos luz, todos los demás actores pudiendo disfrutar de unos sensacionales y carismáticos Santiago Segura, Rosa María Sardá, Loles León, Jorge Sanz, Antonio Resines, Jesús Bonilla, Javier Cámara, Neus Asensi y un Carlos Areces como guinda final (todo un acierto este fichaje).

Un reparto galáctico que resulta ser la clave de esta película, ya que “La Reina de España” tiene altibajos durante un relato algo lineal, que tampoco destacará por su originalidad ni sorpresa. Ello se ve compensado por el carisma de los personajes en una sinergia que saca una sonrisa a todos los que añoran el cine español de época. Aquí, la puesta en escena evocadora y ambientación está perfectamente recreada por Fernando Trueba. Algunos tacharán la película de casposa, pero ojo, la nostalgia no debe ser confundida con lo casposo. Y muchos confunden torpemente dichos términos.

“La Reina de España” es una película entretenida, fresca y muy divertida. Un auténtico regalo para los más nostálgicos, algo que llevábamos echando de menos en el cine español. Es cierto que no gustará a todo el mundo y que no estamos ante la mejor película del año, pero Trueba sabe dirigir y narrar sus historias con elegancia y coherencia.
Así que dejemos a un lado las polémicas, los prejuicios o la simpatía o antipatía hacia los artistas. Aquí estamos para opinar sobre una película, una obra acabada, que puede gustarnos o no, pero no hay que dejar que otros factores distintos a los 128 minutos de metraje enturbien nuestra crítica. Vayan al cine y disfruten de una película divertida y que no aburrirá a nadie.

Nota: 7

Gabriela Rubio