“‘ALTA FILMS’ DEBE RECUPERAR LA HUMILDAD Y ACERCARSE AL ESPECTADOR UNO A UNO”. ENTREVISTA A RAFAEL GORDON, DIRECTOR DE “MUSSOLINI VA A MORIR”

Esta entrevista cobra especial relevancia en el contexto en el que nos encontramos de desapego hacia la cultura. Especialmente hacia cine, y especialmente hacia el cine español de autor, cuando parece  que todo el cine se realiza desde un punto de vista comercial.

Con motivo del estreno este viernes de “Mussolini va a morir”, hemos hablado con su director, Rafael Gordon (Madrid, 1946), reconocido autor de teatro y director de películas como “Teresa, Teresa” (2003).

Agradecemos que un director se atreva a hablar sin convencionalismos y a soltar varias “bombas de relojería”.
Os recomiendo que toméis nota de las palabras de Rafael Gordon.

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-Rafael, ¿cómo vives estos momentos previos a la presentación de tu trabajo, “Mussolini va a morir”?

«Mussolini va a morir» es una película donde he concentrado todo cuanto el cine me ha enseñado. No se trata de saber mover la cámara. El cine es emoción y verosimilitud. He sido un hombre de suerte, desde que vi la película por vez primera valoré que todo el esfuerzo había merecido la pena.

-¿Cómo logras introducirte en el alma de un personaje tan icónico e histórico?

El deseo de saber qué encierra el cerebro de un fanático ególatra como Mussolini me obligó a buscar información histórica, visitar Roma, ver documentales y películas… Mussolini es un personaje histórico al que se le puede tocar con la mano, casi se puede oler su aliento. Reconozco que la esencia del fascismo, el control de la masa está más vigente que nunca.

-¿Cuál es esa esencia del fascismo?

Los dictadores son hijos de la masa; la masa los ama, los necesita. La masa pide al dictador que cometa exterminio de todo cuanto odia. El dictador cumple el deseo de la masa… después la masa ejecuta al dictador y queda limpia ante la historia. «No fuimos el pueblo, fue el dictador, nosotros somos inocentes». Desde Robespierre, Mussolini, Gadafi, siempre es así.
Necesitaba denunciar los populismos.

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-Tratándose de la adaptación de una obra de teatro, ¿qué le aporta el cine a esta historia, principalmente de personajes y diálogos?

Yo sólo creo emociones para el cine. Modestamente, a la manera de Dreyer, Elia Kazan o Visconti, teatro y cine son sólo emoción. No olvidemos que «Casablanca» es una obra de teatro.

-¿Cómo valoras el trabajo actoral, especialmente de Miguel Torres?

Sin Miguel Torres no existiría la película, es un actor «eslavo» con técnica «inglesa». Su naturalismo actoral se aleja de la inevitable sobreactuación típica del actor hispano.

-Háblanos de la figura de Claretta Pecacci.

Amo a Claretta Petacci, fue una niña que se hizo mujer en brazos del hombre que amaba. Murió junto a Mussolini, como una madre junto a su hijo. Julia Quintana aporta todo el misterio del alma femenina en su sutil interpretación de Petacci.

-En tu caso, creo que has recurrido a la autofinanciación. Nos interesa conocer el recorrido de un creador para sacar adelante un proyecto de pretensiones culturales, en un contexto actual en el que además se ha cerrado el grifo de ayudas.

Tengo el sentido común de escribir guiones que pueda producir, sin necesitar ni un céntimo más del que preciso. Mussolini y Petacci fueron confinados en una habitación durante una noche, antes de ser fusilados, una situación dramática que contiene todos los elementos clásicos de los mejores dramas.

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-¿Qué opinas de la situación de Alta Films?

Alta Films debe recuperar la humildad, debe acercarse al espectador y debe hacerlo de uno en uno. No se trata de gestionar 200 salas, se trata de volver la mirada al cine, de llenarlo de historias, personajes y emociones. Olvidando las falsas películas de compromiso, tengan o no tengan premios en festivales.

-¿Por qué crees que en España el cine de autor interesa menos que en el resto de Europa?

La «Universidad Tele 5» ha desertizado la mente del espectador. Pero no sólo Tele 5 y su mentalidad de «la masa no quiere otra cosa». Somos una generación lúdica: tatuaje, litrona, victimismo, con la necesidad casi patológica de no querer madurar.
Es curioso y notable que el mejor cine que se hace sea el cine para niños. La sociedad no necesita el cine de autor, no necesita pensar. A la juventud le basta con ir al concierto de un cantante inglés para creerse Unamuno, sin haber leído jamás a Unamuno.

-¿Puedes darnos algún título del cine español reciente que te haya gustado especialmente?

Me gustó y la vi con repeto, una película titulada «Los días no vividos» de Alfonso Cortés Cavanillas.

-¿Qué va a encontrar el público que vaya a ver “Mussonini va a morir”?

Descubrirá dentro de sí el Mussolini que todos llevamos dentro.

-¿Cuáles son los siguientes pasos? ¿Tienes prevista su presentación en festivales, estreno en otros países, etc?

Por ahora Mussolini se estrenará en las capitales y ciudades de España. Pero lo más importante es que es una película que tengo la más firme certeza de que resistirá el paso del tiempo.

“MUSSOLINI VA A MORIR” SE ESTRENARÁ ESTE VIERNES 10 DE MAYO EN CINES.