EL ESTADO DEBE 56 MILLONES DE EUROS POR LAS SUBVENCIONES DE AMORTIZACIÓN DE TAQUILLA DE LAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS ESTRENADAS DURANTE EL AÑO 2011

El cine español no gana para sustos porque aparte de la subida del IVA y del duro tijeretazo que ha sufrido en los presupuestos para este año, todavía el Estado adeuda a las productoras de cine españolas 56 millones de euros en concepto de subvenciones por amortización de taquilla.

Si no se pagasen tales ayudas, supondría la quiebra la mayoría de las productoras nacionales que estrenaron películas durante el año pasado.

Como ejemplo tenemos a Larry Levene, uno de los dos productores de “Katmandú, un espejo en el cielo”, el filme de Iciar Bollain, rodado en Nepal y estrenado en diciembre de 2011. A la productora de Levene, Es.Docu, (46 documentales en 14 años) le corresponde por ayudas a la amortización 360.000 euros, vitales para su supervivencia como empresa. “Si se produce el incumplimiento de la deuda sería nuestra ruina. Al día siguiente entraríamos en concurso de acreedores y yo estaría arruinado”, asegura Levene.

Otro ejemplo es el sevillano Antonio Pérez, a quien, según sus cálculos, le corresponde la ayuda máxima vigente en la ley —1.200.000 euros— por la película “La voz dormida”, de Benito Zambrano. “Es un dinero que ya está gastado en la producción y habrá muchas empresas que se irán al garete en caso de impago, lo que provocará la paralización de la industria de cine en nuestro país”, denuncia Pérez. Hay muchas más películas afectadas: No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu), Los pasos dobles (Isaki Lacuesta), La chispa de la vida (Alex de la Iglesia), Mientras duermes (Jaume Balagueró) o Silencio en la nieve (Gerardo Herrero).

A pesar de todos estos problemas, los políticos a final de año sólo hablaran de “Lo imposible”, “Las aventuras de Tadeo Jones” y “Tengo ganas de ti” como los grandes éxitos en taquilla de nuestro cine este 2001, olvidándose mencionar el duro futuro que le espera al cine español en los próximos años.

Vía: El País