Excelente artículo el del director Jaime Rosales que aparece en el Diario El País donde relata los males del cine español (su mala imagen ante la sociedad española) y, también, critica las nuevas subvenciones a películas dirigidas por mujeres. Estas declaraciones le harán sufrir muchas críticas tanto por el público en general como por compañeros de profesión.
Según su opinión, mucha gente (del PP) no va a ver cine español por cuestiones políticas, ya que el star system español se manisfetó en contra de Aznar y en contra de la guerra de Irak hace ya unos años.
Sinceramente, como creo que la mayoría de los jóvenes “pasamos” de la política porque son todos iguales, se echan en cara trapos sucios los unos a los otros pero ninguno muestra realmente sus bazas para solucionar los problemas del país, no había pensando que uno de los problemas del cine español podría ser la política.
Pero, aquí, debo discrepar con el señor Jaime Rosales porque, bien, algunos, pocos, no irán a ver cine español porque sean militantes acérrimos del PP pero éstos serán los menos. El gran público no va a ver cine español, seamos sinceros, porque la mayoría de sus películas no deberían estrenarse nunca en pantalla grande porque son productos mediocres por los que nadie se dejará 6€ en taquilla por verlos.
En España se producen demasiadas películas al año, más de 160, y muchas de ellas jamás llegan a estrenarse en cines pero da igual porque el productor tiene asegurado su dinero vía subvenciones públicas.
Éste es el otro gran problema del cine español, las subvenciones hacen posible que vean la luz películas que jamás deberían rodarse porque, hay muchos ejemplos, son films irrisorios y de muy baja calidad.
Además, otro de los problemas de nuestro cine es que hay muy pocas caras nuevas tanto detrás de las cámaras como delante y los espectadores están cansados de ver siempre a los mismos actores. El gran público necesita caras nuevas las cuales no les haga recordar que se encuentran ante otra película española.
Y por último, otro de los grandes problemas del cine español, y que es consecuencia del anterior (las malditas subvenciones), es que el cine nacional no realiza campañas de publicidad de sus películas. Sólo en raras ocasiones, y la mayoría son en las películas en las que participan las televisiones en su producción, encontramos campañas de publicidad óptimas como saben hacer, y muy bien, los americanos.
Resumiendo, los grandes problemas del cine español son exceso de producciones, baja calidad de media, subvenciones y nulo marketing de nuestros productos.
