“CINCO METROS CUADRADOS” HABLA DE LAS ILUSIONES Y LA POSTERIOR DESILUSIÓN DE FUTURO DE UNA PAREJA JOVEN AL COMPRARSE UN PISO SOBRE PLANO”, ENTREVISTA A MALENA ALTERIO

Gracias a  Francisco Nieto de la web “Cine de aquí“, os puedo ofrecer la entrevista que le hicimos al alimón, en el pasado Festival de Málaga, a la actriz Malena Alterio por su trabajo en “Cinco metros cuadrados”, que se estrenó el pasado fin de semana en España.

-Para empezar podrías explicarnos un poco de qu’e va la película…
Cinco metros cuadrados” es una historia necesaria que habla de algo que ha pasado, pasa y creo que va a seguir pasando. Habla de las ilusiones, de los abusos que sufren una pareja joven que deciden comprar un piso sobre plano, ahí pierden todos sus ahorros y las esperanzas de su futuro. Esto va desestructurando todas las relaciones familiares; todo se va desgasando alrededor del personaje de Fernando, que es el protagonista, yo interpreto a Virginia. Ella tiene una ilusión tremenda por casarse, por formar una familia y un hogar, pero todo esto se ve truncado por los desalmados que abusan de su buena fe.

-Parece que Fernando y tú tenéis una cláusula en el contrato por el cual tenéis que trabajar siembre juntos…
¡Ojalá!, ¡Ojalá! No estaría nada mal. Trabajar con Fernando siempre es bonito, porque me gusta y nos conocemos tanto que es muy fácil, él hace que la cosa sea muy fácil.

-¿Y a qué crees que es debida esta coincidencia de que hayáis trabajado tanto juntos?
Pues no sé, supongo que a la casualidad, de repente formamos pareja en Aquí no hay quien viva, una serie que tuvo mucha repercusión y mucho éxito. Las cosas nos fueron muy bien pero previamente a esta serie ya habíamos trabajado juntos en el teatro, habíamos trabajado juntos en Torremolinos, luego surgió Aquí no hay quien viva y la verdad es que es una fortuna porque en lugar de que la gente nos cuestione y diga: “otra vez estos dos juntos”, al contrario, la gente nos quiere y entonces nosotros hábilmente nos aprovechamos porque nos encanta.

-¿Por qué crees tú que el cine español tiene tan mala imagen?
No lo sé. Es una pregunta que siempre me hago, el porqué esto siempre es tan polémico y de repente hace tanto ruido, cuando en otras industrias no pasa lo mismo; en la música no pasa lo mismo… No lo sé, no te sabría contestar porque no creo que hagamos nada distinto a otros gremios u otras industrias. Simplemente nos manifestamos diciendo lo que creemos pero como cualquier otra.

-Has comentado que trabajaste con Fernando en el teatro antes que en el cine. ¿Coincidisteis en Animalario o fue en otro sitio?
No, yo a Fernando lo conozco de la época de Cristina Rota. Ahí nos formamos los dos. Yo iba dos cursos por delante y el vino de Córdoba dos cursos por detrás.

¿En la Katarsis del tomatazo?
No coincidimos. Yo estuve poco tiempo haciéndola y él estuvo un poco más y luego surgió la posibilidad de hacer El obedecedor con Animalario, con Juan Cavestany, y allí estábamos en el teatro Alfil en la sesión golfa, y después estuvo Torremolinos…

-¿Ya notabais que había química entre vosotros?
A mí Fernando siempre me gustó desde que lo vi por primera vez. Ja, Ja. Me gusta porque es un tipo comprometido, porque le encanta su trabajo, porque se moja lo que se haya de mojar…
Este es uno de sus papeles más dramáticos que ha tenido que rodar…
Sí, este papel va a ser muy importante en la carrera de Fernando. A mi no me sorprende, porque yo sabía que lo podía hacer muy bien; yo lo he visto en actuaciones dramáticas y creo que para hacer comedia tienes que saber también interpretar papeles dramáticos. Nosotros nos reímos de las desgracias ajenas y si no las vives como desgracias no hay comedia, y creo que hace un trabajo maravilloso.

-En la película, tu momento álgido también es un momento muy dramático, que es cuando estáis los dos compartiendo la conversación en la cama y tú le dices “hasta aquí hemos llegado”. ¿Cómo preparasteis los dos esa escena?
Como toda la historia. Te dan la partitura y empiezas a interpretar lo que tienes escrito y en esa escena en concreto has de estar muy concentrado en lo que se quiere contar en ese momento, con mucho control porque es una escena que de repente se te puede ir hacia otro lado y todo está en función de lo que el director quiere conseguir en ese momento.

-¿Os insistió mucho?
No, confío mucho en él. Coincidimos en Casual Day y es un tipo muy talentoso; tiene muy claro lo que quiere contar y como lo quiere contar y cada vez que trabajo con él o con cualquier otro director yo confío ciegamente.
A veces se puede cambiar algo, o tratar de negociar pero vamos, a mí se me dice que me ponga aquí pues yo me pongo y le doy todo mi corazón.

-¿Con Roberto Santiago también? Sí, claro. Por supuesto.

-¿Quedaste muy satisfecha con Al final del camino? A mi es una de las películas que menos me ha gustado; así como Nacidas para sufrir me parece espectacular.
Bueno, lo que pasa es que son estilos distintos y son historias que van encaminadas hacia un lado o hacia otro; yo creo que la peli de Roberto cumple con creces lo que pretendía, que era entretener, divertir, está bien contada, bien hecha, con muy buenos actores y que consiguió su objetivo, que era pasar un buen rato y salir de buen rollo del cine.

-¿En qué tipo de humor te sientes más cómoda trabajando, en un humor más ácido o en otro más para todos los públicos?
La cuestión es que lo que estés contando sea interesante, creértelo y tener fe en lo que haces y en lo que dices, independientemente si es un tipo de humor u otro, o es comedia o es drama, si es teatro o es cine, lo importante es la historia. Obviamente si es una historia con chicha, y uno puede indagar y hacerse preguntas lo que estás contando es más interesante pero no quita que lo que sea puro entretenimiento no sea importante de contar o de hacer.

-¿Y te has encontrado algún director que hayas dicho “aquí no voy a dar todo porque lo que me está tratando de explicar no acabo yo de entrar mucho en el tema”?
La verdad que no. Siempre me entrego y si no lo veo claro siempre hay un espacio para la discusión y para decir que el camino que se está llevando no es el que yo pienso y a partir de ahí empezamos a trabajar.

-El teatro quizás es más sencillo porque hay más ensayos…
No creas, también es complicado. En el cine también tienes un periodo de ensayos; tú no llegas al rodaje y haces la secuencia sin más, sino que has tenido unas lecturas o unas charlas con el director, y en el teatro si que es cierto que tienes una época de ensayos en la que puedes probar más.

-Cinco metros cuadrados también tiene bastante de teatro, ¿no?
Sí, se puede hacer la adaptación.

-¿Cuáles son tus hobbies?
Venir a Málaga. Me gusta muchísimo ir al cine, al teatro, estar con mis amigos, tomar cañas con ellos y viajar.

-¿Qué piensas del aumento de la importancia de las redes sociales?
Es un instrumento, un vehículo fundamental al que nos tenemos que adaptar porque significa el presente y el futuro. Me parece fascinante que mi trabajo lo pueda estar viendo una persona en la China, porque de otra manera las vías de distribución jamás llegarían tan lejos. Lo que si pienso es que hay que tener una cierta organización con respecto a eso.

-¿Quieres opinar algo acerca de la Ley Sinde?
La Ley no la conozco con profundidad, no la he leído, pero si que estoy de acuerdo con que no sea justo que haya gente que se esté lucrando del trabajo de los demás, y creo que una cierta organización no está de más, y lo que propone la Ley es un primer paso, aunque luego haya que modificarla.

-Bueno, Malena, felicitarte por el premio Fotogramas que te han dado, y también anteriormente el de la Unión de actores por la obra Tío Vania.
Muchas gracias.

-¿A ti en un futuro te gustaría dedicarte a la formación de actores?
A fecha de hoy me veo incapacitada. Creo que la docencia es complicada y hay que formarse bien y ser buen transmisor. Nunca lo he intentado, pero me veo incapaz.

-Pues muchas gracias, y mucha suerte en tus futuros proyectos.
De nada, gracias a vosotros.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *