ENTREVISTA A LA ACTRIZ ALEXANDRA PROKHOROVA QUE VEREMOS EN LAS SERIES “IN FROM THE COLD” Y “SICILIA SENSE MORTS”

“In From the Cold” es una serie Netflix Original de ocho capítulos cuya primera temporada acaba de estrenarse. Este thriller de espías rodado en Madrid tiene como directoras principales a Ami Canaan Mann (hija de Michael Mann) y Birgitte Stærmose, y está protagonizada por Margarita Levieva, Cillian O’Sullivan, Lydia Fleming, Alyona Khmelnitskaya y Charles Brice, entre otros actores españoles, como José Luis García Pérez y Luis Callejo.

Alexandra Prokhorova (70 Binladens, Mercado Central, Nubes de cartón) interpreta a Gaia Morozova, una agente especial del espionaje ruso, en esta producción del norteamericano Adam Glass (Supernatural, The Chi).

En primavera también estrena “Sicília sense morts”, la adaptación del libro homónimo de Guillem Frontera, realizada por Nova Produccions bajo la dirección de Lluís Prieto. Serie de intriga también de ocho capítulos está producida por IB3, TV3, À Punt y Filmin. El reparto, además de Alexandra Prokhorova, está encabezado por Félix Pons y Pep Tosar, con Mar Fiol o Lluís Marquès, entre otros, y se rodó en otoño en Mallorca.

Antes, la actriz ruso-española que llegó con ocho años a España desde su San Petersburgo natal, rodó entre marzo y junio pasados en Madrid su participación en “In From the Cold”, dirigida por los españoles Paco Cabezas y Daniel Calparsoro, así como por la danesa Birgitte Stærmose.

Os dejamos con nuestra entrevista a la actriz Alexandra Prokhovora:

– ¿Cuáles son las principales características de tu personaje, Gaia Morozova, en la serie “In From the Cold”?

Gaia es una agente especial del espionaje ruso, una máquina de matar kamikaze que haría lo que fuera por cumplir su misión.
Es la mano derecha de Gideon, que es el principal personaje negativo de la serie.
Su adiestramiento y su pasado la lleva a obsesionarse con Jenny, terminando por girar su vida en torno al momento en el que pueda encontrarse con ella cara a cara y erradicarla.

– ¿Cuántos días de rodaje tuviste, fueron todos en Madrid y en cuántos episodios apareces?

Rodé siete días, aunque de forma bastante espaciada, entre marzo y junio, pasando por dos cuarentenas, completamente aislada, y una tercera de la que me libré porque mis siguientes sesiones eran inminentes. He de decir que fue una de las partes más duras del rodaje. Todo se rodó en Madrid y sus alrededores, hay escenas en sitios espectaculares al noroeste de Madrid.
Me podéis ver en cinco episodios empezando por el tercero y terminando en el último.

– ¿Cómo fue el trabajo y la relación con los demás actores españoles?

Puesto que estuvimos confinados o en burbuja prácticamente todo el tiempo por el Covid, solo he tenido posibilidad de conocer a los actores con los que coincidía en línea temporal. Tanto dentro del hotel como en el set, se llevaba un riguroso control para que no interactuáramos con mucha gente. De hecho, he tenido algún amigo rodando en la serie al cual ni siquiera he podido ver, estando en el mismo hotel, al mismo tiempo, y nos veíamos por videollamada. Aun así, tuve la suerte de conocer a Luis Callejo con el que fue un auténtico placer trabajar, también a Jose Luis García Perez, Eduardo Rosa o la encantadora Mabel del Pozo, con la que pasamos ratos muy divertidos.

– ¿Y con los actores de otros países?

Prácticamente el resto del casting son actores de otros países y todos son maravillosos, unos más reservados, otros menos, pero con todos tuve mi momento de conexión. Las que se han llevado un trocito de mi corazón son Lydia Fleming y Alyona Khmelnitskaya. Con Lydia no he tenido el placer de trabajar delante de las cámaras, pero sí de entrenar y la admiro mucho por la tenacidad que tiene. Y al respecto de Alyona, solo puedo decir que es una persona increíblemente generosa, cercana y humilde, he aprendido muchísimo no solo trabajando con ella, sino por las charlas que hemos compartido desde el primer día hasta el último. Me llevo mucho de ella y estoy deseando volver a verla y volver a trabajar a su lado. Por otro lado con Margarita Levieva, la protagonista, he tenido una experiencia muy bonita. Ha sido para mí ese tipo de persona que llega en un momento clave para desencadenar un cambio en tu vida.

– ¿En qué cuestiones o habilidades especiales tuviste que especializarte para tu personaje de Gaia Morozova?

Mi personaje requería, por un lado, preparación en combate y, aunque yo ya tenía nociones de lucha escénica y defensa personal, conté con la ayuda y supervisión de los mejores profesionales de diferentes países que, desde luego, lo pusieron todo mucho más fácil. Recibí instrucciones sobre Krav maga, y yo, por mi lado, busqué información de diferentes estilos de combate actuales y soviéticos de las fuerzas especiales para aprender formas de moverme más precisas, y familiarizarme con las diferentes técnicas que emplean. Por otro lado, tuve que dar clases de patinaje. Me defiendo bastante bien en el hielo, supongo que porque lo llevo en la sangre, pero en el día a día no me pongo los patines, así que me alegro de haber podido tomar unas cuantas clases antes. Aunque tengo que decir que tuve una mala experiencia poque me caí un día que iba un poco dormida y tuve una lesión que al principio parecía no ser nada pero después me tuvo muy dolorida y con el brazo casi sin poder moverlo un tiempo, lo cual añadió bastante presión a la parte de la lucha con el personaje de Margarita Levieva.

-¿Cómo ha sido trabajar por primera vez con una productora americana?

Este proyecto ha sido conjunto con la productora malagueña Fresco films que, a nivel local, se encargó de todo y siempre nos ha dado un trato exquisito. Los directores con los que he tenido el placer de trabajar han sido Daniel Calparsoro, Paco Cabezas y Brigitte Stærmose, de los cuales me gustaría destacar que cada uno es increíblemente detallista a su manera. Ha sido una experiencia increíble poder verlos crear y comprobar cómo todo cambia a través de sus ojos. Brigitte, sobre todo, tiene un tacto para contar con las imágenes que es muy inmersivo y envolvente, se percibe en los últimos episodios. También me gustaría destacar a Steven Hall, el director de la segunda unidad, porque fue un tremendo placer trabajar con él y verle en acción, siempre tan atento a todo y tan seguro. Con él, todo parecía más fácil.

– ¿Y la experiencia y relación con el creador y productor de In From the Cold, Adam Glass?

Sí, Adam se me presentó en mi primer día de rodaje, él siempre estaba allí, incluso dirigía algunas escenas. Pero cuando le conocí de verdad fue en mi primer día de rodaje con Paco, teníamos dos días de rodaje en una casa enorme en la Sierra de Madrid, en mitad de un coto de caza. Recuerdo que estábamos entre secuencias, él se sentó en un banco junto a la entrada y yo me acerqué para hablar con él. Me pareció una persona sumamente encantadora y cercana, y es lo que más me gusta.

-Tendrás muchas anécdotas y mucho que contar de esta experiencia tan especial con una serie internacional como In From the Cold…

No todo fue color de rosa, el rodaje fue muy accidentado, no solo en mi caso. Una noche, después de rodar, Charles Brice tuvo un accidente con una puerta metálica y se rompió la nariz. Tuvo una conmoción y, por unos instantes, lo daban por muerto. Gracias a dios es un toro y fue increíble la rápida recuperación que tuvo. Todo quedó en un susto e, incluso, pudo terminar de rodar, pero durante unos días hubo mucho desconcierto y se barajaba cambiar el guion. Otra anécdota del rodaje fue que una noche varios actores fuimos a ver cómo se rodaba una escena a un hotel cercano de donde nos alojábamos. Subimos hasta el último piso y empezamos a observar los monitores. En un momento, apareció Adam y nos invitó a ver la escena más cómodamente en otro monitor más grande. Nos encontrábamos comentando la escena y de pronto Adam me dice “I saw your reel”. Me dijo que le había gustado mucho. Fue una agradable sorpresa que no me esperaba.