Podemos cuestionar su petulancia y cierto narcisismo, pero sus entrevistas son siempre enriquecedoras e interesantes.
Con motivo del estreno de “La piel que habito“, TVE le rindió el pasado miércoles un pequeño homenaje a Pedro Almodóvar en forma de entrevista, en la que hacía una retrospectiva de su carrera.
En primer lugar, lamentar que la televisión pública relegara un acontecimiento como éste a la 2, mientras que TVE1 emitía un reportaje de “sumo interés general” (sobre el posible enlace matrimonial de la Duquesa de Alba). En fin, patético.
Hubieron puntos muy interesantes. En mi opinión el más llamativo de todos fue respecto a Elena Anaya. No me sorprendieron sus grandes elogios hacia ella, comparándola con Victoria Abril al ser una actriz que se crece en las escenas comprometidas y de máxima tensión. Habló de su fotogenia, su candidez y disposición en los rodajes (en eso sí se diferencia de Victoria).
Pero lo realmente llamativo me pareció cuando habló de las “eras” de sus actrices, mencionando la era de Carmen Maura, pasando por Victoria Abril, Marisa Paredes y en último lugar Penélope Cruz. Para mí ésa fue la sorpresa, cuando se refirió en pasado a Penélope y admitió que ahora empezaba una nueva era de Elena Anaya, con quien prácticamente aseguró participación en su próximo proyecto.
Otro comentario a destacar es la posibilidad de rodar en otros idiomas. Éste tema ha sido recurrente en su carrera y hasta hoy se ha negado rotundamente a hacerlo, pese a el ofrecimiento de las mejores estrellas cinematográficas del mundo a trabajar con él. Si rodara en inglés se abrirían más si cabe las puertas del mercado anglosajón.
“La piel que habito” se ha estrenado en segunda posición y 1,2 millones de euros recaudados. Se trata de una apuesta mucho menos comercial que anteriores ejercicios (“Volver”, “Hable con Ella”, “Todo sobre mi madre”, etc.) y para un público cinéfilo, así que teniendo ésto en cuenta, el resultado es muy satisfactorio.
Personalmente, de nuevo me ha atrapado el universo Almodóvar y es de agradecer que un director consolidado siga arriesgando sin temores. Me ha parecido un relato apasionante.
Por Óscar T.A.
