CRÍTICA “MADRES PARALELAS”: UNA PELÍCULA ABSORBENTE Y CAUTIVADORA

Pedro Almodóvar nos regala una historia de emociones a flor de piel y permite que nos deleitemos con una actuación inspiradísima de Penélope Cruz.

¿De qué va?: Dos mujeres coinciden en una habitación de hospital donde van a dar a luz. Ambas están solteras y se quedaron embarazadas por accidente. Janis, de mediana edad, no se arrepiente y está exultante. La otra, Ana, una adolescente, está asustada, arrepentida y traumatizada. Janis intenta animarla mientras pasean por los pasillos del hospital. Las pocas palabras que intercambian en esas horas crearán un vínculo muy estrecho entre las dos, que por casualidad se desarrolla y se complica, cambiando sus vidas de forma decisiva.

El estilo de Pedro Almodóvar no necesita presentación; su mundo es de sobras conocido y el espectador sabe qué va a encontrar cuando acude al cine a ver una película suya. Con todo, sorprende el tono sobrio y amargo que el cineasta manchego desarrolla en esta ocasión. Aún más que en ‘Dolor y Gloria’. Salvo algún chascarrillo muy disperso, esta película ofrece muchas lágrimas y casi ninguna sonrisa, algo que no es malo; le sienta muy bien a la historia.

Como suele pasar en el cine de Almodóvar, uno de los grandes pilares de la película son las interpretaciones:

Penélope Cruz brilla; sale de la pantalla y da vida a un personaje con múltiples sombras y luces. Es emocionante asistir a sus debates internos, sus gestos y miradas son de aúpa. Salvo sorpresa, el Goya a la mejor interpretación femenina de este año ya tiene nombre -y más que merecido-.

Aunque su ‘partenaire’ no se queda atrás. Milena Smit sostiene el interés con su talento y eleva los diálogos de una manera inaudita. Si ya llamó la atención del cine español con ‘No matarás’, aquí se confirma como un talento en alza que necesita sí o sí de muchísimas más oportunidades -y después de ‘Madres paralelas’ seguro que las encuentra-.

Respecto al resto del casting, hay que aplaudir a Aitana Sánchez-Gijón, que consigue uno de los grandes planos de la película; a Rossy de Palma, que otorga su carisma al conjunto; y a Israel Elejalde, que hace muy humano a su personaje.

‘Madres paralelas’ realiza una labor muy necesaria, que es hablar de la memoria histórica. Siempre se ataca al cine español por hacer películas de la Guerra Civil; sin embargo, sobre el tema de las fosas, ningún tipo de ficción española se ha prodigado mucho; de ahí la importancia de esta película. Con todo, hay que reconocer que estas escenas son excesivamente didácticas y pueden rechinar incluso a los que aplaudimos la valentía de Almodóvar.

Después está el tema de la “burbuja” en la Pedro Almodóvar demuestra que vive, que puede ser muy decepcionante para sus seguidores. ¿En qué momento se olvidó el cineasta de la clase media? No es que no se puedan contar historias de las clases pudientes, pero viendo la película, da la sensación de que Almodóvar ya no sabe cómo es España y la gente de la calle. Ojo, este tema no es nuevo, pero en ‘Madres paralelas’ queda MUY patente.

En definitiva, Almodóvar demuestra una vez más que es uno de los mejores cineastas de la actualidad y de la historia -a nivel nacional e internacional-, ¡qué gran película! Sencilla y sin alardes ni proezas, centrándose en lo importante; en el conflicto y en sus protagonistas. ‘Madres paralelas’ es de las mejores películas estrenadas este año.

Nota: 7

Una crítica de Toni Sánchez Bernal